Quizás una de las principales causas de la incomprensión ideológica del anarquismo radique en su total negación del Estado. Sobre todo desde la izquierda oficial, especialmente marxista, la no liberal, la socialdemócrata y/o comunista, la acusación contra los anarquistas siempre se ha centrado en su radical oposición al Poder. Los comunistas hicieron del Estado el deus ex machina de su proyecto revolucionario y el reformismo de los socialdemócratas se contentó con apadrinar el aparato del Estado como un elemento de caridad social. Había, pues, un Estado Leviatán a la derecha y otro bueno a la izquierda con el don de la ubicuidad de aportar prosperidad y libertad donde antes procuraba desdicha, explotación y tiranía.

Quizás una de las principales causas de la incomprensión ideológica del anarquismo radique en su total negación del Estado. Sobre todo desde la izquierda oficial, especialmente marxista, la no liberal, la socialdemócrata y/o comunista, la acusación contra los anarquistas siempre se ha centrado en su radical oposición al Poder. Los comunistas hicieron del Estado el deus ex machina de su proyecto revolucionario y el reformismo de los socialdemócratas se contentó con apadrinar el aparato del Estado como un elemento de caridad social. Había, pues, un Estado Leviatán a la derecha y otro bueno a la izquierda con el don de la ubicuidad de aportar prosperidad y libertad donde antes procuraba desdicha, explotación y tiranía.

Pero el comunismo se suicidó después de que su Estado proletario causara una de las mayores hecatombes humanitarias de la historia contemporánea. Y la socialdemocracia, eternamente en Estado, no ha necesitado despeñarse porque estaba muerta de miedo. De tanto ponerse estupenda cortejando al libre mercado y a la democracia representativa, ha terminado escoltando al neoliberalismo en la marcha fúnebre que ahora padecemos tras el descabello del sistema financiero. El crac del capitalismo de Estado es a la socialdemocracia lo que la caída del muro del Berlín al socialismo de Estado.
Conviene recordarlo. Porque de nuevo se oyen voces pidiendo más de lo mismo : que el Estado que hizo posible el desastre, protagonizó la rapiña de los fondos públicos para saldar las estafas privadas, lidere nuestro radiante porvenir. Conviene recordarlo :

  1. . El Estado, estructura de poder monopolista, fue quien, al desarrollarse, planificó el asalto a la razón de la económica productiva en beneficio de una élite mundial cuya consecuencia ha sido la pauperización y la alienación generalizadas.
  2. . El Estado, estructura de dominación elitista, fue quien dirigió la confiscación del patrimonio público para mantener y aumentar la tasa de ganancia del capitalismo esquilmando legalmente a toda la ciudadanía.
  3. . El Estado, estructura de explotación clasista, ha sido quien ha creado las condiciones para que implosionara la actual crisis mundial al fomentar la desregulación para los negocios especulativos financieros parasitando la economía real.
  4. . El Estado, estructura de lobotomización mental, ha sido quien ha perpetrado la Operación Rescate para sanear las arcas de los poderosos con el dinero de los humildes.
  5. . Y ahora, para refundar el capitalismo, relanzar el mercado libre y garantizar larga vida al Estado, tras dos siglos de opresión y miserias, sus propagandistas proyectan otra larga, concentrada y dolorosa ración de nuevo Estado. Es el Estado vaivén. Un Estado recauchutado, que va desde la desregulación a la regulación, y tiro porque me toca.

El Estado no la sociedad. Ni lo público. Es una Operación Rescate continua. El Estado es un robo.


Fuente: Rafael Cid