Se analiza la actuación político-sanitaria ante la gripe A y ante las zonas de especial actuación (Arano y Goizueta), en las que reciemntemente se han dado casos de gravedad (una muerte), por la demora en la atención.
No cabe duda de que la salud es uno de los bienes más valorados por las personas, en cualquier latitud del planeta. Desgraciadamente, en nuestra sociedad se han conseguido convertir en dinero y en votos todos aquellos aspectos de nuestras vidas que tienen alguna importancia intrínseca para la ciudadanía con “posibles” económicos o electorales.
La pandemia de gripe A ocupa grandes espacios informativos y está motivando la adopción de exhaustivas medidas político-sanitarias a lo largo y ancho del mundo occidental, no sucediendo lo mismo en los países empobrecidos, excluídos como siempre de los planes de instituciones sanitarias internacionales y de la industria farmaceútica ávida de beneficios económicos. En Navarra se ha actuado con especial celo ya que parece que Kutz y el resto del Gobierno quieren ganar la carrera autonómica de medidas tomadas. Sobre la necesidad real de estas medidas se habla poco y tampoco parece existir excesivo interés en valorarlas cuando ya hay elementos para ello. Pongamos por ejemplo el escalonamiento del inicio del curso escolar, medida tomada únicamente en Navarra.
Podríamos pensar que esta forma de actuar de nuestros gobernantes responde a una clara vocación de proteger nuestra salud y de mejorar la calidad del sistema sanitario, pero vista la actitud política del Gobierno ante otras realidades sanitarias nos inclinamos a pensar que la publicidad y el marketing populista se sitúan en el centro de su interés.
Este Gobierno está favoreciendo la concertación con entidades privadas, está permitiendo la disminución de la calidad de los servicios, minusvalora la Atención Primaria y la degrada, mantiene al casi 50% de la plantilla en situación temporal, resuelve los problemas de listas de espera con peonadas (horas extras), no permite que se impartan estudios de medicina en la Universidad Pública, lo que garantizaría la disponibilidad de facultativos, así como una mayor rentabilidad de los recursos docentes y hospitalarios públicos disponibles.
Continuando esta lista de agravios a nuestro sistema sanitario público, tal vez los sucesos más funestos sean los acontecidos en zonas rurales de especial actuación a las que pertenecen Goizueta y Arano, localidades en las que se han evidenciado las carencias de accesibilidad al sistema sanitario al demorarse la llegada de ambulancias más de una hora ante urgencias graves-vitales. En cuanto a la reacción inmediata de la Sra. Kutz, lejos de la autocrítica o del anuncio de medidas eficaces para que se mejore la situación, consistió en culpar al personal sanitario y de coordinación de emergencias.
Debería recordar la consejera que la igualdad en el acceso a la asistencia es un principio básico de nuestro sistema sanitario y que su garantía es responsabilidad suya. Inmigrantes, ancianos o residentes en zonas rurales deben ser atendidos desde su diversidad lingüística, cognitiva o geográfica y sobre todo ser escuchados en sus planteamientos y necesidades. No requerimos tantos planes estrella como el de la gripe A, por mucho que logren rentabilizar el miedo social, sino medidas reales, cotidianas y sensatas que hagan de este sistema sanitario el recurso de calidad que todos queremos. La morbi-mortalidad provocada por la ineficiencia en la atención iguala, si no supera ya la producida por la gripe A. Mucho tiene que trabajar este gobierno para que el plan contra la pandemia de gripe A llegue a Goizueta y a Arano, aún más para que lleguen los recursos sanitarios en tiempo y forma. Seguro que esto último tranquiliza en mayor medida a sus vecinos.
Sección Sindical de la CGT en Osasunbidea
Fuente: Sección Sindical de la CGT en Osasunbidea
