Ya hemos dejado una cifra de 17 ahogados en el mes de Julio en Catalunya, al menos contabilizadas según datos de la RFESS (Real federación española de salvamento y socorrismo), sin contar asistencias graves como las paradas cardiacas que también suceden en las playas y no computan en este informe. Porque hasta en algo tan importante como son las estadísticas, no están centralizadas en nuestra profesión repartiéndose las competencias entre Mossos d ‘Esquadra y Protección civil, etc.
Siete son los departamentos de la Generalitat que regulan la profesión del socorrista, cuya comunicación es muy cuestionable y mejorable, ya que con una regulación que se ampara en una ley del siglo pasado (Ley de costas de 1988) que hoy en día, es totalmente obsoleta y que no satisface las necesidades del servicio de socorrismo acuático, que necesitan los usuarios que frecuentan las playas en cualquiera de las cuatro estaciones. Se sigue fomentando el uso de la playa y los deportes relacionados con el mar, los negocios lúdico deportivos, durante cada vez más meses al año, pero de los medios para garantizar la seguridad que debe de existir no se habla nada.
No han sido suficientes 3 jornadas de huelgas en un periodo de 2 meses para que el Ayuntamiento de Barcelona se dé cuenta que el modelo de licitación, adjudicación y la concesión a empresas piratas no es un buen ejemplo y modelo de gestión de la seguridad en playas y otros espacios acuáticos. Traen más problemas que ventajas.
Desde la CGT llevamos 10 años en lucha para que se reconozca al socorrista como un profesional con derecho a vivir de su trabajo y hoy exigimos que se haga eco de este reclamo. Con el apoyo de todas las denuncias de todos los trabajadores del sector, para que no volvamos a encontrarnos en un año negro en donde el número de los ahogados no dejan de crecer.
¿Cuándo asumirá la administración su responsabilidad e iniciará un proceso de regularización que empiece a poner solución, ya no solo a la precariedad del servicio, sino a las muertes por ahogamiento que hay en instalaciones y espacios acuáticos naturales?
Los medios de comunicación hacen eco de las pérdidas humanas, pero podríamos hablar de un número mayor si no fuera por la intervención de los y las socorristas que son primeros en actuar en la cadena de supervivencia, que evita que situaciones de riesgo acaben en desgracias e incluso evita que el número de muertes aumente con la realización de las maniobras de reanimación.
La Generalitat tiene que moverse y dejar de hacer oídos sordos a una situación alarmante y descontrolada. Son cómplices directos de todo el largo laberinto, entramado y desorden que evita que la profesión del socorrista sea de referencia como lo son otros servicios de emergencia. No solo es un trabajo de verano, es un estilo de vida, una profesión que aporta seguridad a todos los y las bañistas que quieren disfrutar con seguridad del medio acuático. ¿A cuántas muertes necesitan llegar para ponerse a trabajar? No basta con manipular los horarios a conveniencia según fallecen usuarios o usuarias. Hay que regularizar el sector y contar con un plan de seguridad unificado que defina cómo tiene que ser el operativo de cada playa según sus necesidades.
Desde la CGT pediremos a todos los partidos políticos explicaciones, y exigiremos que se pongan a trabajar para evitar que la lista de ahogamientos siga aumentando.
¡Queremos ser parte de la solución y NO PARTE DEL PROBLEMA!
Fuente: CGT-Prensa Barcelona