Artículo de opinión de Rafael Fenoy Rico

Cualquier persona, pequeña como yo, sabe que en estos días cercanos a la mágica noche de los regalos estáis muy, pero que muy ocupados. Por ello toda la infancia que cree en vosotros deja a vuestra disposición algo de picar: Bizcocho, galletas, polvorones… y algo de beber:  leche, algún licor…  Estáis tan, tan atareados, que no caéis en la cuenta de la cantidad de horas extras que realizáis. Y que, a pesar de las enormes diferencias sociales y económicas de cada familia, siempre estáis dispuestos a llevar algún presente. Seguro que vuestros pajes, que deben ser miles, así como vuestros carteros y carteras, tienen un buen convenio colectivo (eso del “convenio” se lo he oído a un tío mío que trabaja en la fábrica) Vuestra existencia es una muestra palpable, real, de que todos los seres humanos somos iguales. Y por eso, a quienes se portan bien durante el año le obsequiáis con un regalo.  A quienes se portan mal ¡ya les vale!, porque les tendréis que llevar el tradicional “carbón”, aunque, con lo que dicen mis padres en casa, eso de recibir carbón en tiempos tan difíciles, energéticamente hablando, no parece un castigo. Se que os ha supuesto un problema y no alcanzo a imaginar que otra cosa les vais a traer a estas malas personas.

Se que sois tremendamente sabios y que habéis comprendido hace muchas décadas que, en las cartas que os mandamos desde nuestra inocente infancia, podríamos pediros no sólo juguetes, sino algunas acciones que por medio de vuestra maravillosa magia produzcan lo que sólo un milagro puede conseguir. Si esto pudierais hacerlo las familias podrían vivir dignamente y de esta forma sus hijas e hijos recibirían los regalos por ellos merecidos. Así vuestra energía y dedicación se dirigiría a acciones de mayor interés para la sociedad en su conjunto.  A Papa Noel ya llevan años pidiéndole salud, dinero y amor, entre otros asuntos importantes. Pero parece ser que a vosotros no os llegan estas peticiones. Por otro lado, en la cabalgata, de cada pueblo o ciudad, no paran de decir las gentes de la tele que vais a repartir miles de kilos de caramelos. Sin duda vuestras fábricas no pararán, porque son muchos, pero que muchos, caramelos y no siempre es un producto saludable, además de lo pronto que se consumen.

En este pueblo la gente menuda arrastra latas en la mañana del día 5, que es el de la noche mágica. Y este arrastrar latas es un fenómeno muy, pero que muy propio de este lugar. ¿por qué se hace?  Vayan Uds. a saber, aunque seguro que vuestras reverendas personas lo sabrán sin duda. Por mi bisabuela sé que, en la década de los años 40, ella llegó desde Alicante y no vio en esos años arrastre de lata alguna. ¿Quizás por aquello de lo que llaman post-guerra? Sé, por mi abuelo, que en la década de los años 50 del siglo pasado, él de pequeño arrastró latas. Y mi padre me dice que en los 80 también las arrastró, así como mi tía en los 90. Total, que llevamos las niñas y niños en este territorio arrastrando latas los 5 de enero una pila de años.

Regalos sí que dejáis, pero los asuntos que preocupan a la gente mayor no acaban de arreglase, por eso os voy a pedir para esta noche que resolváis algunos de ellos. Sólo algunos: Otro tío mío trabaja en el puerto y cuenta que el Punto de Inspección, dice “tiene una liada” porque según él falta personal y además la organización de los papeles es muy complicada. Las mercancías tardan en salir e incluso se estropean y hay que destruirlas. Podéis Magos retocar los ordenadores de la administración y aumentar los puestos de trabajo y además hacer los nombramientos. Mi maestra es una buenísima maestra, pero es interina y cuenta que en este territorio hay miles como ella. Querido magos quiero que sea mi maestra durante muchos años en la escuela, que tenga trabajo fijo. Y ya que estamos en la escuela por qué, magos de oriente, no climatizáis las clases para que no pasemos frio o calor. A la directora, que es muy buena, le quitareis un peso de encima.  Otro tema me llega del amigo de mi hermana, que trabaja en Gibraltar y está muy preocupado con eso que llaman el Brexit (palabra rara) y dice que sería muy fácil no tener fronteras y que se pague IVA en todos lados y que se pida pasaporte sólo a quienes vienen de afuera por avión o barco. ¿Podéis hacer alguna cosita? Hay muchos más temas que escucho a las personas mayores como el paro, la contaminación, el tren a Madrid (ese os va a ser muy difícil meterle mano, ya os lo digo) un nuevo Hospital, porque una prima mayor que tengo, trabaja en uno y dice que están “saturados”. Me mira, cae en la cuenta que no he comprendido y me comenta ¡que no hay camas libres y mucha gente está esperando en urgencias!

Se que sois los tres maravillosos y que tenéis mucho poder y ganas de que todas las niñas y todos los niños sean felices mañana cuando despierten, aunque algunos no podrán dormir de puro nervio esperando vuestra llegada. Por ello os pido que hagáis lo que buenamente podáis en los asuntos que os he escrito y que mañana día 6 todas las personas grandes y pequeñas tengamos mucho que agradeceros.

Recibid todo mi cariño

Fdo. Rafael Fenoy Rico


Fuente: Rafael Fenoy Rico