Artículo publicado en Rojo y Negro nº 397, febrero 2025

Empezamos el año con información inquietante que es preciso tengan presente las organizaciones sindicales a la hora de defender la salud laboral de las trabajadoras. Un equipo de la Universidad de York en Canadá publicó un artículo en la revista Plos One (2023) en el que se ofrecían cifras sobre los perjuicios que produce el «trabajo por turnos» en la salud. La investigación analizó los datos obtenidos en alrededor de 47.000 personas con edades comprendidas en los 45 y los 85 años.

El conocimiento previo que se tenía antes de la realización de este estudio indicaba que el trabajo por turnos generaba las siguientes alteraciones psicosomáticas:
a) problemas de sueño, es decir, los ritmos circadianos se alteran y se produce insomnio, con los consiguientes riesgos sobre las facultades esenciales como la atención o la coordinación visomotora.
b) Sensación de falta de energía.
c) Aumento del riesgo cardiovascular y diabetes.
d) Dificultades para la conciliación de la jornada laboral y la vida personal; es decir, las relaciones sociales y sobre todo familiares resultan afectadas.
e) Como consecuencia de todo lo anterior, el tiempo libre se dedica fundamentalmente al descanso, a la recuperación de fuerzas para el trabajo, lo que conduce a disfrutar de menos tiempo con el entorno social: aislamiento social.
A partir de este perfil de riesgo, el equipo investigador canadiense intentó relacionar el trabajo por turnos y ciertas variables que indicaban deterioro cognitivo. Los resultados que obtuvieron indicaban que:
a) El 21 % de las personas que habían participado en el estudio se habían visto afectadas por el trabajo por turnos.
b) Había un mayor deterioro cognitivo entre éstas últimas.
c) Dicho deterioro estaba relacionado con la memoria en los casos cuyos turnos eran nocturnos y con la función ejecutiva en aquellos que habían sufrido turnos rotativos. Al final de la investigación, los autores concluyeron que “la alteración del ritmo circadiano” producida por este tipo de trabajo tenía consecuencias negativas sobre la “función cognitiva”.
En un estudio posterior, se analizó el impacto del trabajo por turnos a largo plazo y se observó que “en comparación con aquellas personas que nunca habían trabajado en turnos rotativos, las que lo habían hecho durante diez años o más, tenían un deterioro cognitivo mucho mayor”. Este segundo estudio también examinó lo que sucedía si se abandonaba el trabajo por turnos y comprobó que era “posible recuperar las capacidades cognitivas perdidas después de suspender este tipo de jornada laboral”.
Si nos referimos a España hay que destacar que existen cuatro millones de personas que trabajan por turnos según el INE (2 de cada 10). Como ya se ha dicho, este tipo de trabajo impacta en la conciliación familiar y en la salud, pero es que también incide en la productividad de las empresas. De hecho, las rotaciones de turnos y el trabajo nocturno son una importante causa de absentismo laboral y de bajas ocasionadas por accidentes laborales. La pérdida de calidad de vida y social influye negativamente en el rendimiento dentro de las empresas. Por edades, las personas más jóvenes y las de mayor edad son las más afectadas por este tipo de jornadas de trabajo; a partir de los cincuenta años la adaptación es más difícil, es decir, el tiempo necesario de recuperación física y mental es mayor. A esto se une, volviendo más compleja la situación, la longitud del turno: “no es lo mismo trabajar tres semanas alternando mañana, tarde y noche y librando la cuarta semana que trabajar de lunes a viernes y tener el fin de semana para descansar” (Labayen, 2023). “Un trabajador cansado, con falta de sueño y con alteraciones en el sistema hormonal, desmotivado y con desequilibrios en su vida no rinde de la misma manera, va a estar descentrado, le va a costar tomar decisiones y el tiempo de reacción ante un imprevisto va a ser mayor con lo cual el riesgo de accidente es considerable” (Santa Cecilia, 2023).
Consecuencias psicopatológicas posibles de lo dicho son: el Síndrome de Burnout, los trastornos de ansiedad y la depresión. Según el INE estos cuadros son la causa del 30 % de las bajas laborales en España. Los datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSHT) resaltan las consecuencias mencionadas anteriormente, a las que añaden el abuso de bebidas con cafeína, de tabaco y de alcohol, sustancias que se utilizan para hacer frente al agotamiento físico.
Hay sectores como el de la salud, la hostelería, la industria automovilística y la logística y distribución que mantienen su actividad 24 horas los 7 días de la semana.
Veamos algunas cifras resumen:
– 2 de cada 10 personas empleadas tienen un trabajo a turnos.
– 7 de cada 10 puestos de tarde los ejercen mujeres.
– 1,3 millones de trabajadoras faltan a sus puestos de trabajo por una baja médica.
– El INE informa de un aumento del absentismo laboral en el año 2023 que a su vez subió en el 2022.
Los datos y opiniones expuestas tendrían que ser analizados en profundidad; en síntesis, indican la necesidad de revisar la calidad de las relaciones laborales e “impulsar medidas de prevención que mitiguen estos riesgos” (Khan, 2023).

Ángel E. Lejarriaga


Fuente: Rojo y Negro