El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) acaba de hacer público el informe solicitado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR), para alargar la vida operativa de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) más allá de 2013, fecha de vigencia del actual permiso de explotación, hasta 2019.

Para
Ecologistas en Acción, como era de esperar, en un organismo dirigido por
cinco consejeros pro-nucleares (dos designados por el PP, dos por el
PSOE y uno por CiU), la petición nunca ha pasado de ser una mera
formalidad. Para la organización ecologistas es claro que este organismo
responde a los intereses de Nuclenor (Sociedad formada por Iberdrola,
Endesa e Hidrocantábrico), en detrimento de la seguridad de la sociedad
española.

Para
Ecologistas en Acción, como era de esperar, en un organismo dirigido por
cinco consejeros pro-nucleares (dos designados por el PP, dos por el
PSOE y uno por CiU), la petición nunca ha pasado de ser una mera
formalidad. Para la organización ecologistas es claro que este organismo
responde a los intereses de Nuclenor (Sociedad formada por Iberdrola,
Endesa e Hidrocantábrico), en detrimento de la seguridad de la sociedad
española.

Al conceder una nueva autorización de explotación, además de los
nuevos requisitos – derivados de las pruebas de estrés – los titulares
de la central deberán cumplir con los ya aprobados en el informe de
2009. Entre estos figuran un nuevo sistema de tratamiento de gases de
reserva, modificaciones sobre el aislamiento de la contención,
independencia de sistemas eléctricos, y modificaciones en los sistemas
contra incendios.

En cuanto al aislamiento de contención, las modificaciones requeridas
son anteriores al accidente de Fukushima, cuyo reactor número 1 era
gemelo al de Garoña. Por lo tanto tendrían que haber sido revisadas,
pues quedó demostrada la endeblez del edificio ante una explosión de
hidrógeno, en las imágenes de lo que queda de la contención de Fukushima
I.

En cuanto al cableado, es una exigencia que se ha cumplido en muchas
de las centrales de este tipo que quedan en el mundo occidental. Tras el
accidente de Vandellós I, quedó comprobado que los circuitos de señal y
de potencia deben transitar de forma independiente, pues una explosión
en un lugar común a ambos puede dejar el reactor fuera de control, como
ocurrió en la central tarraconense. Desde 1989 no se han tomado las
medidas necesarias, y ambos cables van paralelos en la central de
Garoña. En teoría, según el anterior informe, de 2009, debe estar
solucionado antes de 2013.

En ninguno de los recientes informes del CSN se habla de la corrosión
de las penetraciones de las barras de control – elemento fundamental
para la seguridad – ni del archireparado barrilete, estructura de acero
que rodea al combustible dentro de la vasija del reactor, que sufre
agrietamiento múltiple solucionado con soldaduras. En centrales
similares ha sido sustituido por uno nuevo. Por otro lado, las
vibraciones ocasionadas por todas estas deficiencias provocan fisuras en
las varillas de combustible, desde unos meses antes de la recarga,
hasta que se produce ésta, que provocan un aumento considerable de la
tasa de radiactividad del circuito primario.

Para Ecologistas en Acción, es una irresponsabilidad mantener abierta
una central vieja, construida antes de las enseñanzas de los
principales accidentes nucleares – comenzó a funcionar en 1971, mucho
antes de los sucesos de Chernobil y Harrisbourg – y aquejada de
problemas mal solucionados.

Con esta nueva prórroga queda demostrada además la connivencia con la
central del anterior Gobierno, que anunció a bombo y platillo que la
central estaría obligada a tomar las medidas necesarias para hacer
irreversible su cierre en 2013. Nunca existieron tales medidas, puesto
que la central solo se puede manipular en los periodos de recarga, que
en el caso de Garoña suceden cada dos años. El anterior Gobierno es tan
responsable como este de lo que pueda suceder en el futuro.

Ecologistas en Acción
http://www.ecologistasenaccion.org/article22478.html


Fuente: Ecologistas en Acción