PRISIONES / Las dos administraciones acuerdan crear una base de datos común sobre internos del FIES / Estudian identificar a los reclusos con controles biométricos
Justícia acepta también que el Gobierno le envíe a sus presos más peligrosos NANDO GARCIA
PRISIONES / Las dos administraciones acuerdan crear una base de datos común sobre internos del FIES / Estudian identificar a los reclusos con controles biométricos

Justícia acepta también que el Gobierno le envíe a sus presos más peligrosos
NANDO GARCIA

BARCELONA.- Presos etarras, reclusos islamistas y también los internos de las cárceles españolas que constan en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES), esto es, los reos más peligrosos que cumplen condenas en las cárceles españolas, ingresarán en centros penitenciarios catalanes. Según consta en un documento de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias (DGIP) del Ministerio de Interior, la Generalitat de Cataluña se compromete a albergar en sus cárceles « ya sea de forma temporal o definitiva » a los internos incluidos en el FIES.

Entre estos presos se encuentran miembros de bandas terroristas, de grandes organizaciones criminales, policías y, sobre todo, « personas especialmente peligrosas y conflictivas » que hayan puesto en jaque la seguridad de funcionarios y otros internos.

Tras el motín que se produjo el 30 de abril de 2003 en la cárcel de Quatre Camins, en la Roca del Vallès (Barcelona), se trasladaron a decenas de reclusos a cárceles del resto de España, algunos de los cuales podrían haber sido incluidos en el FIES. Fuentes penitenciarias explicaron que la decisión del Departament de Justícia de albergar en sus cárceles a este tipo de presos podría estar vinculada como moneda de cambio a aquellos traslados.

Las citadas fuentes también relacionaron con esta iniciativa la intención de Justícia de imponer las mismas pruebas físicas que deben superar los Mossos d’Esquadra a los funcionarios que realizan tareas de vigilancia en las cárceles catalanas.

Hasta la fecha, estos reclusos del FIES no ingresaban en las prisiones catalanas o cuando lo hacía simplemente se les aplicaba el primer grado y permanecían en los centros de esta comunidad autónoma de forma temporal.

Intercambio de datos

Prisiones de Madrid se comprometió a facilitar a Servicios Penitenciarios, Rehabilitación y Justicia Juvenil de la Generalitat de Cataluña -única comunidad autónoma que tiene transferidas las competencias penitenciarias desde 1984- la información incluida en este fichero cuando estos reos sean trasladados a las cárceles catalanas.

Por su parte, la Generalitat pactó con el Gobierno facilitar información sobre las novedades que se produzcan en las variables de este fichero durante la estancia de estos reclusos en centros catalanes.

Estos acuerdos, alcanzados el pasado mes de marzo tras diversas reuniones llevadas a cabo en Madrid por expertos en el ámbito penitenciario de ambas administraciones, también contemplan el traspaso de Justícia a Prisiones de información de protocolos de fuguistas -reclusos dedicados a organizar huidas de las prisiones- cuando internos que se encuentran en centros catalanes sean trasladados a prisiones del resto de España.

Las dos administraciones también se comprometieron a intercambiar información de las características de internos cuando estos sean trasladados de centros catalanes al resto del Estado o viceversa y se trate de presos que hayan cometido delitos de amplia repercusión social y que hayan aparecido en los medios de comunicación.

Estos protocolos de intercambio de datos se llevarán a cabo a través de nuevos sistemas de informática comunes que permitan no tener que introducir los datos de los reos cada vez que se produce un traslado. Fuentes penitenciarias explicaron a EL MUNDO que se está estudiando crear una base de datos común para poder ser consultada por ambas administraciones.

Los responsables de los dos gobiernos, encabezados por socialistas, coincidieron en señalar el crecimiento imparable de la población penitenciaria y el aumento de internos « con perfiles criminales de alta peligrosidad ». Por ello, acordaron dotar al sistema penitenciario de nuevos mecanismos de información y seguridad para mejorar e incrementar el « control directo » de los funcionarios sobre los internos.

También se empezarán a emplear nuevas tecnologías en estas funciones como controles telefónicos, inhibición de móviles o nuevos proyectos para la identificación de reclusos como controles biométricos, que registrarán a los internos a través de partes de su fisonomía.

Una clasificación controvertida

BARCELONA.- El FIES es un instrumento creado por la DGIP en marzo de 1991 para controlar a los presos más peligrosos y que fue adecuado mediante una Instrucción en 1996. Este fichero ha servido a algunos grupos anarquistas como excusa para cometer atentados.

El FIES está elaborado a partir de la filiación, antecedentes, incidencias, actividad delictivia y comunicaciones con el exterior para « disponer de información de determinados grupos de internos por delito cometido, su trayectoria penitenciaria, su integración en formas de criminalidad organizada que permita conocer sus intervinculaciones y una adecuada gestión regimental, ejerciendo un control adecuado frente a fórmulas delictivas altamente complejas y potencialmente desestabilizadoras del sistema penitenciario y para prevenir incidentes ». Los presos FIES están divididos en cinco categorías :

Control Directo

Aunque existen cinco clases de FIES, el auténtico es el primero de ellos. Se refiere a los reclusos más peligrosos que han puesto en riesgo la vida de otros presos y de funcionarios independientemente del delito por el que cumplen condena.

Narcotraficantes

El segundo grupo de presos incluye a miembros de bandas dedicadas a cometer delitos contra la salud pública.

Bandas Armadas

Incluye a « aquellas personas ingresadas en prisión por vinculación a elementos terroristas ».

Fuerzas de Seguridad y Funcionarios

Son los miembros de las Fuerzas de Seguridad y funcionarios de prisiones.

Características especiales

Se refiere a reclusos que estén vinculados a la delincuencia común de carácter internacional y que hayan cometido delitos « extraordinariamente violentos contra la libertad sexual » y que hayan generado alarma en la sociedad.


Fuente: EL MUNDO