Hoy algo más que ayer, pero sin duda algo menos que mañana, se hablará de los Presupuestos Generales del Estado. Nos bombardearan con cifras multimillonarias, que no caben en cabeza humana, para al final, dejándonos “boca abiertos” (de embobado o pasmado mirando algo) asentar que hay sacrificios para rato y que le toca pagar, el que tenga, y soportar al que no tenga.
Y es que la
secretaria de Estado de Presupuestos, Dña., Marta Fernández, viene
a decirnos que el Estado destinará 29.246 millones, el 2,75 % del
PIB, sólo al pago de intereses de la deuda en 2012, lo que supone
unos 7.200 millones más que el año anterior. ¡Sí! ¡Sólo de
intereses! Casi 30.000 millones de euros.
Y es que la
secretaria de Estado de Presupuestos, Dña., Marta Fernández, viene
a decirnos que el Estado destinará 29.246 millones, el 2,75 % del
PIB, sólo al pago de intereses de la deuda en 2012, lo que supone
unos 7.200 millones más que el año anterior. ¡Sí! ¡Sólo de
intereses! Casi 30.000 millones de euros. ¿Cuánto será la
cantidad que debe el Estado y que debemos pagar en décadas? Según
los datos publicados por el Banco de España, la deuda
pública oficial ascendió a 735.000 millones de euros en
2011, el 68,5% del PIB. Realizado el cálculo el interés
anual que el Estado paga por esa deuda es del 4%.
Parece
muy difícil creer que después de décadas equivocándose en los
presupuestos se acierte ahora. En teoría cada año han intentado,
los políticos preparados, cerrar las cuentas del Estado (y de las
comunidades de las que no se habla ahora), en un teórico 0%. Es
decir que no pensaban gastar más de lo que se ingresara. Pero he
aquí que desde siempre, se ha tenido “déficit”. Palabra mal
sonante, por la repetición del sonido “i” y porque nada bueno
augura. Tampoco
se comprende cómo
es posible cuadrar un pre-supuesto (la palabra es doblemente
atrevida) asumiendo
un gasto fijo, sin que nadie (repito nadie) tenga una ligera idea de
qué se va a poder recaudar. Posiblemente la técnica haya que
cambiarla y asumir la realidad y no un supuesto de esta. Por ejemplo
en lugar de comprar mediante un préstamo, como se ha venido haciendo
hasta ahora, se guarda poco a poco y cuando se tiene la cantidad
requerida y sólo entonces, se adquiere aquello que se desea o
necesita. Bien haría el Estado en no gastar aquello que no tiene y
sólo cuando se recaude hacer las cuentas y hacer el
gasto. Otro aspecto que llama la atención es que el valor del ahorro
de los hogares
españoles se situó en 81.900 millones de euros en 2011, según el
Banco de España. No se comprende como por un lado tenemos dinero
ahorrado y al mismo tiempo pagamos una barbaridad,
sólo de intereses por el que debemos, que
se situó a finales de 2011 en el 395,7% del PIB. Algo
no, bastante no cuadra.
Haría
bien el gobierno en reunir los ahorros de todas las personas que
estamos afectadas por la deuda (incluido los defraudadores) y reducir
la cuantía del llamado “principal”, añadiendo alguna hábil
maniobra de “si me quitas te hago un pronto pago”, cosa que no le
ha salido nada mal al gobierno Griego. Además este tipo de
actuaciones reducen de verdad la deuda (que es lo importante),
permitiendo con ello reducir la presión fiscal en una proporción
similar al ahorro que supone pagar menos intereses, que al parecer se
reducirían un 13%. ¡Ah!, y de paso, se le corta la mano al político
que pida prestado a partir de ahora, si hay es para liquidar deuda y
si no se espera uno.
Quedan
dos preguntas que este Gobierno debería contestar: ¿Alguien es
responsable de esta debacle económica? Y si la respuesta es SÍ.
¿Debería de pedírsele responsabilidades?
Rafael
Fenoy Rico
Fuente: Rafael Fenoy Rico