En la cuenca del río Naya viven cerca de 25.000 personas pertenecientes a cuatro pueblos diferentes : indígenas nasa, campesinos, indígenas eperara, siapidaara y afrocolombianos, agobiados todos por la pobreza, la exclusión y el abandono del Estado.
El martes 8 de noviembre, comenzó a entrar a la región del Alto Naya un contingente del ejército nacional. En la cuenca del río Naya viven cerca de 25.000 personas pertenecientes a cuatro pueblos diferentes : indígenas nasa, campesinos, indígenas eperara siapidaara y afrocolombianos, agobiados todos por la pobreza, la exclusión y el abandono del Estado.
En el Naya, con excepción del pueblo eperara, ningún grupo tiene títulos sobre la tierra que habita. Esta región se caracteriza además por una asombrosa diversidad biológica. Estas son las razones por las cuales se vuelcan sobre esta región toda suerte de intereses, algunos de ellos disputándonos el derecho al territorio.
Preocupa que el Estado con su presencia militar, destruya los esfuerzos que vienen realizando indígenas, negros y campesinos en el Naya por reconstruir sus vidas y territorios y se desconozca la importancia de construir desde la región experiencias de entendimiento interétnico, para el manejo y control de los territorios. Para nadie es un secreto que las zonas altas del Pacífico, el Naya es una de ellas, son zonas estratégicas en cuanto vía de paso desde la zona central hacia el litoral del Pacífico. Su control es primordial como espacio estratégico desde un punto de vista económico y militar (favorece un proceso de control estructural del espacio geográfico). En ese sentido, se trata de una región en disputa y afectada por la violencia y represalias de uno y otro lado.
UTINAYA (Unión Territorial Interétnica del Naya) declara :
”Nos preocupa de esta militarización la restricción de alimentos y medicamentos a la zona y que se detenga arbitrariamente y al azar a comuneros para obtener información. No creemos que sea bueno para una región tan azotada por la violencia y el abandono, que se le aumenten sus problemas, creando más zozobra y temor a la población. Ante todo no consideramos conveniente que se crea que por ser una región al margen de la economía de mercado, sin ninguna presencia del Estado, el Alto Naya sea, como alguna vez lo dijo un personaje notable del Cauca, “una guarida de delincuentes, a donde llevan todos los secuestrados de la guerrilla”. Creemos que los cerca de 3.270 indígenas y campesinos que alguna vez llegamos allí huyéndole a la violencia, merecemos un trato mejor” (…) “Somos concientes del enorme reto que tenemos en nuestro trabajo por la existencia de cultivos de uso ilícito en la región. No obstante el uso de la fuerza la consideramos altamente inconveniente para nuestros esfuerzos por crear espacios de paz y convivencia multiétnica”.
Par : equipo trabajo internacional cgt/colombia
Fuente: CGT