Artículo de Rafael Fenoy Rico publicado en el blog Alkimia de El Salto.
Las más altas instancias del Estado alaban y bendicen la existencia de la prensa “libre” en una sociedad que se autodefine como “democrática”. Libertad y democracia son palabras rotundas donde las haya. Y de la palabra a la realidad, del dicho al hecho, parece no sólo haber un trecho, sino en ocasiones desgraciadamente bastante frecuentes, un abismo. Porque en una sociedad libre e igualitaria todas las personas deben ser tratadas con igual dignidad. No hay en el ideario de las libertades y de los derechos humanos nada que permita hacer distingos en cuanto a la dignidad de cada ser humano.
Fuente: El Salto