Desde CGT-Aragón consideramos que la Expo 2008 es un fraude económico, ecológico y social que ha acabado camuflando una maniobra especulativa de alto nivel consistente en la desmedida y denunciable redistribución de riqueza para los más ricos.

Desde CGT-Aragón consideramos que la Expo 2008 es un fraude económico, ecológico y social que ha acabado camuflando una maniobra especulativa de alto nivel consistente en la desmedida y denunciable redistribución de riqueza para los más ricos.

CGT-Aragón comunica su decisión de no permanecer en la Coordinadora de Afectados por las Obras del Ebro.

CGT considera que los lemas y postulados de esta Coordinadora se centran en efectos muy concretos, desvinculando casi por completo tales efectos de la causa que los produce : la “Expo 2008”.

Resulta preocupante esta situación en la que las reivindicaciones carecen de contenido político amplio y eluden la confrontación del problema de fondo : la “Expo 2008”. A nuestro parecer, esta forma de proceder abre un espacio útil al oportunismo político, a lo que se añade el riesgo de que la Coordinadora se convierta en una fiscalía medioambiental de “cara amable” hacia el Ayuntamiento que a medio plazo contribuiría, aun sin esta quererlo, a reforzar el “lado verde” de la muestra y la legitimación de ésta por la vía de la participación ciudadana.

Desde CGT-Aragón consideramos que la Expo 2008 es un fraude económico, ecológico y social que ha acabado camuflando una maniobra especulativa de alto nivel consistente en la desmedida y denunciable redistribución de riqueza para los más ricos.

Este hecho viene a ser constatado por continuas subidas de impuestos (como la reciente subida del IBI en un 70%) e históricas ventas de suelo público para la construcción de vivienda libre y de lujo que en ningún caso han tenido reversiones sociales positivas sino que han contribuido al lucro desmesurado de las empresas socias y patrocinadorasde la “Expo”, beneficiadas además con exenciones fiscales de hasta el 95%.

El aumento de la carga fiscal sobre la ciudadanía y el desvío de estos fondos hacia el lucro empresarial han generado un aumento del coste de la vida muy por encima del IPC. Este encarecimiento, junto a una subida del precio de la vivienda del 17% (casi el doble de la media del estado), dificulta muchísimo la vida de las familias de clase trabajadora en Zaragoza.

El “efecto 2008” no solo ha contribuido a aumentar la “burbuja inmobiliaria” sino que también ha creado otra “burbuja laboral” colmada de precariedad, siniestralidad y abusos patronales. Tanto las obras del recinto de la exposición como las que le acompañan en el proyecto han desdibujado durante cuatro años la crítica situación del mercado de trabajo de la provincia de Zaragoza -que en absoluto dista de la de Huesca.

Esta falsa realidad, lejos de ser paliativa, es un agravante del problema social generado. Los ejecutivos autonómico y local han destinado más de 1.000 millones de euros a macroproyectos recreativos y obras superfluas en lugar de ser destinados hacia un tejido social propio que genere puestos de trabajo dignos y condiciones suficientes para la convivencia. Se ha reforzado una violenta desigualdad en lugar de promover la vida en comunidad.

Este espejismo de precario pleno empleo tiene caducidad : termina en otoño de 2008, cuando la maltrecha industria de Zaragoza, en proceso de deslocalización, tenga que absorber la extinción de entre 22.323 (según INAEM) y 38.000 (según el Ayto. de Zaragoza) empleos de forma repentina.

A estas alturas de ejecución del proyecto y dada la cantidad de millones de euros “en juego”, ha quedado claro que ni al Ayuntamiento, ni a la DGA, ni a la CHE, ni a Expoagua les tiembla la mano a la hora de pasar por encima de “Bienes de Interés Cultural” (como el Puente de Piedra), patrimonio histórico (como las ruinas del Balcón de San Lázaro), especies en peligro de extinción (como la margaritífera) o patrimonio natural –cubriendo de hormigón las últimas huertas de la ciudad situadas en Ranillas o modificando cauce y biodiversidad del Ebro para pasear en barco.

Es precisamente en este último apartado donde CGT-Aragón coincide en sus reivindicaciones con la Coordinadora de Afectados por las Obras del Ebro, aunque con un enfoque tan diferente que imposibilita nuestra permanencia en la coordinadora. Esto no obsta para que desde CGT deseemos a ésta todo el éxito en su protesta.

Sin embargo, y como consecuencia de la obligación que asumimos como anarcosindicalistas, nuestra salida de la Coordinadora no implica el abandono del trabajo sino todo lo contrario : supone para nosotros la posibilidad de difundir a todos los niveles y sin impedimentos la sinrazón de la “Expo 2008”.

Desde CGT queremos invitar a la ciudadanía, asociaciones de vecinos, colectivos, movimientos sociales, grupos ecologistas, organizaciones sindicales e incluso a la izquierda parlamentaria a que reflexionen sobre si merece la pena asumir el elevado coste económico, social y ecológico que supone la “Expo”. Animamos a todos y a todas encontrarnos en esta lucha contra la barbarie de la especulación y la injusticia social.


Fuente: Confederación General del Trabajo - Aragón.