Artículo publicado en Rojo y Negro nº 381 de septiembre

Todo surge un poco a raíz de que Miguel Movilla nos preguntara qué opinábamos del diario y las dos coincidíamos en que la estética no nos fascina. Sabemos que el mundo del formato papel está difícil y todavía más el formato periódico, pero en CGT teníamos un acuerdo para cambiar el diseño y nos lanzamos a la aventura.
Creíamos que para poder atraer a nuevas personas lectoras era necesario aportar una nueva imagen más diáfana, con colores variados y, sobre todo, páginas que fuesen llamativas. La gente no tiene tiempo de leer y, al menos entre la gente joven, ya casi nadie lee periódicos… quizá alguna revista como El Salto, pero no son la mayoría, por tanto, queríamos hacerlo más atractivo a nuevas miradas, a un público variado como es el de la CGT.
Desde el principio intentamos alejarnos de la estética típica libertaria de mucho texto y pocos márgenes, todo en gris, negro o rojo. Si pensábamos en el típico diario o manifiesto de sectores libertarios todo resulta muy recargado, con letra pequeña, y nosotras buscábamos más fantasía, algo que nos hiciera gracia, que evocara un poco a los gustos de la juventud actual y relajara el tono serio del diario. Se puede comunicar de muchas maneras: un look desenfadado no hace ni menos verídica la noticia, ni menos válida la prensa.
Nos hemos centrado en añadir colores, tanto a las secciones como dentro de ellas, y ahora no solo tenemos el rojo y el negro. El fucsia, el azul, el naranja, el mostaza y el violeta estrenan sección, el lila del Eje Violeta se expande por la página jugando con el negro como color complementario. El verde, el celeste y el gris ganan espacio y los colores pasan a estar en los resaltados, en los títulos y en pequeños detalles de todas las páginas. Siguiendo con la idea de aligerar el formato, hemos incluido iconos para cada apartado, porque estos hacen más amigable la página y le dan una identidad única a cada área. Se convierte en un acto muy visual reconocer cada sección, haciendo el diseño más atractivo y divertido.
Al final, añadir sin recargar es complejo: queríamos colores, imágenes grandes, iconos, pero debía quedar un periódico limpio. Se trataba de encontrar un balance, si añadíamos unas cosas debíamos hacer respirar a otras: ampliar la tipografía, el espacio entre columnas, dejar espacios vacíos al lado de los títulos principales, etc. De hecho, el precio que hemos pagado por este cambio es la disminución de caracteres de los artículos. Puede parecer trivial, pero perder palabras es perder contenido. Sin embargo, al final hemos apostado por textos breves, confiando en que quizá así sea más fácil que la gente lea el diario y consigamos enganchar a un público nuevo en una era de poco tiempo.
En definitiva, han sido varios meses de probar estilos, buscar ejemplos de prensa escrita que nos gustara y dibujar logos, imprimir y hacer bocetos de cómo reorganizar las cosas y no perder la esencia del Rojo y Negro. Nos han servido de inspiración el Catalunya, El Salto, La Directa y otras pequeñas publicaciones que nos gustan. Para ambas ha sido la primera vez creando algo del estilo, así que ha sido todo un reto, pero también nos ha llevado a conocernos más y a apreciarnos a lo largo de varias videollamadas y mensajes de desesperación. Agradecemos muchísimo la ayuda que nos ha prestado el coordinador del Catalunya, la revista de CGT de Catalunya, Ramon Massana, que nos ha dedicado incontables horas de paciencia para orientarnos en la maqueta.
Cabe remarcar que no es baladí que en este número seamos la contraportada. Buscamos no repetir la historia, que nuestro trabajo, el de dos mujeres jóvenes, quedase invisibilizado y el mérito fuese para la persona directora, en este caso un hombre mayor con cargo, resultando una vez más en que se borrara el trabajo de las mujeres de la historia. También queremos aclarar que Miguel nos ha apoyado mucho en la creación, tanto con ideas y opiniones como con mucha ayuda técnica con las herramientas de diseño y nunca nos ha dejado de lado. Es la persona que nos ha impulsado a crear esta nueva versión del periódico del sindicato y, sin el trabajo que hemos hecho juntes, hoy no tendríamos entre manos este nuevo invento. Es difícil poner en valor el trabajo de las personas, hoy nosotras nos llevamos una página del periódico, pero no habría diario sin la imprenta, sin la gente que nos escribe, sin la gente que lo reparte, sin muchísima gente que acaba en la caja del editorial o ni aparece en ella. Por ejemplo, Paqui, que lleva en el Rojo y Negro muchísimos años, trasnochando para publicar, maquetar o perseguir a gente para que escriba, manteniendo viva la esencia del Addenda a base de poemas, trayéndonos cada mes un granito de su enorme cultura.
El viaje de crear un nuevo diseño nunca acaba del todo porque cada mes hay un nuevo número, pero desde aquí esperamos que os guste y agradecemos a todas las personas que lo hacen posible, acaben o no siendo palabras en el editorial.

Sara Pintado y Jazmin Gell
Sindicato de Artes Gráficas (Madrid)
Coordinadora de Informática-CGT (Barcelona)


Fuente: Rojo y Negro