Es urgente encontrar vías para lograr la concienciación de todos los trabajadores y para acercar la realidad del trabajo precario al conjunto de la sociedad, pues si no lo logramos, éste es el mundo laboral que nos espera.
Los y las trabajadoras precarias apenas se reconocen en unas estructuras sindicales poco incómodas, hasta ahora, con la degradación de sus condiciones de vida. Muchos sindicatos tampoco parecen capaces de resituar su intervención en un mercado de trabajo cambiante, quedando limitados a sectores de asalariados fijos, varones, blancos y mayores. ¿Sigue siendo el sindicato un instrumento eficaz en la defensa de los derechos del trabajo ? ¿Qué sindicalismo es posible en la precariedad ?
Es urgente encontrar vías para lograr la concienciación de todos
los trabajadores y para acercar la realidad del trabajo precario al conjunto de la sociedad, pues si no lo logramos, éste es el mundo laboral que nos espera.


Los y las trabajadoras precarias apenas se reconocen en unas estructuras sindicales poco incómodas, hasta ahora, con la degradación de sus condiciones de vida. Muchos sindicatos tampoco parecen capaces de resituar su intervención en un mercado de trabajo cambiante, quedando limitados a sectores de asalariados fijos, varones, blancos y mayores. ¿Sigue siendo el sindicato un
instrumento eficaz en la defensa de los derechos del trabajo ? ¿Qué sindicalismo es posible en la precariedad ?

No descubrimos nada afirmando que globalización y precariedad constituyen dos términos de un mismo binomio. La lucha contra ella ha de vertebrarse contraponiendo a su vez el binomio de la concienciación y la solidaridad. Hoy el colectivo u organización social que no haga de la lucha contra la precariedad el puntal de su actividad está colaborando por acción u omisión con un sistema económico y social cada día más injusto.

En este sentido la clase trabajadora ha perdido referentes. Los sindicatos son vistos como dinosaurios burocráticos incapaces de dar respuesta al permanente recorte de derechos de los trabajadores. Esto en el mejor de los casos, cuando el trabajador no percibe que las organizaciones sindicales son cómplices del capital y el poder político y ve con frustración el concubinato de los dos sindicatos pactistas con el poder político.

Resulta muy fácil darse de bruces con trabajadores que no han tomado conciencia de su estatus de precario. A nadie agrada levantarse por las mañanas y ver un precario en el espejo. Lo cómodo para muchos es seguir creyendo en el cuento de la clase media. Aquí es donde el sindicalismo alternativo tiene su primer caballo de batalla. Hay que llegar a los más afectados por la precarización : los inmigrantes, las mujeres y los jóvenes.

Mal iremos si no conseguimos que estos se involucren en la lucha contra los poderes capitalistas. Pero también es imprescindible la implicación de los trabajadores que hoy, aparentemente, tienen una situación menos inestable, porque pueden ser los precarios de mañana. La destrucción de empleo estable con las externalizaciones y deslocalizaciones es alarmante. Las contratas y subcontratas se multiplican con el beneplácito de los sindicatos pactistas y la impotencia del sindicalismo alternativo.

Propuestas prácticas

Dentro de las acciones emprendidas
para encontrar vías de salida a la encrucijada actual en que se encuentra este sindicalismo se enmarca la
puesta en marcha, en el seno de la
CGT, de los llamados comités de lucha contra la precariedad y el paro (CLPP). Éstos reúnen a trabajadores
afiliados procedentes de diversos
sectores bajo el común denominador
de la apuesta por una participación
activa. Desde ellos se colabora también con otras organizaciones y colectivos sociales con los que se comparten objetivos de lucha : las reuniones son abiertas, aunque el núcleo y
motor sean afiliados al sindicato.

Uno de los fines de los CLPP es precisamente conseguir ser un punto de encuentro o, si se prefiere, un espacio alternativo a la estructura organizativa tradicional de sindicatos por
ramos de la producción, ya que la
precariedad es un problema que
afecta a todos los sectores y la lucha
contra ella no admite compartimentos estancos.

De esta forma, se facilita una respuesta conjunta y favorece la solidaridad entre los distintos sectores, así
como el intercambio de información,
punto fundamental si se quiere llevar
a cabo una acción sindical coordinada y medianamente efectiva. Otra de las razones de la necesidad de la
existencia de este tipo de espacios
viene dada por la propia naturaleza
de la precariedad laboral, pues un
trabajador puede pasar de un sector
a otro en cuestión de meses a causa
de la alta temporalidad en la contratación.

En estas condiciones, cada
vez más frecuentes, hay que articular sistemas que superen las limitaciones de las estructuras clásicas de
las organizaciones sindicales y permitan una eficaz coordinación entre trabajadores a la hora de optar por
una militancia activa.

Otra de las agresiones al empleo
estable en la era de la globalización
es la constituida por la subcontratación. Ésta es causa de los problemas
más graves con los que nos enfrentamos en el mundo laboral y que contribuye a la precarización y degradación de las condiciones de trabajo como ninguna otra. Los CLPP son foros idóneos donde pueden establecerse contactos entre trabajadores
de empresas matrices y de subcontratas, facilitando la adopción de
estrategias conjuntas por trabajadores
de sectores diversos y de muy distintas condiciones laborales : parados, trabajadores de sectores precarios
casi por definición (como el telemárketing), trabajadores con circunstancias precarias en sectores que tradicionalmente habían disfrutado de estabilidad, trabajadores fijos con
unas aceptables condiciones laborales y económicas que ven amenazado su puesto de trabajo y sus condiciones laborales por el monstruo de la precariedad, etc.

Uno de los sectores con mayor presencia en el CLPP de Madrid es el telemárketing, lo que no es de extrañar dadas las condiciones del sector, creado ex profeso por las grandes sociedades (como Sogecable o Telefónica) para degradar artificialmente las condiciones del trabajador.

Telemarqueting y precariedad

Auspiciado por el matrimonio
patronal-sindicalismo oficialista, el telemárketing nació al amparo de la corriente precarizadora. Sus trabajadores, por lo general, cobran un tercio menos de lo que cobrarían si prestasen sus servicios en la empresa matriz en lugar de hacerlo en una contrata. En muchas ocasiones estas presuntas empresas de servicios a terceros han sido creadas directamente por la sociedad que es el presunto cliente.

Así ATENTO pertenece en más de un 90% a Telefónica y CATSA está participada casi al 100% por Sogecable, y son verdaderas contratas ficticias donde empresa cliente, empresa propietaria y empresa
contratada son uno y trino, como la Santísima Trinidad, y donde los trabajadores trabajan en campañas para empresa matriz.

A pesar de ser un sector en el que el 70% de sus trabajadores son precarios, los niveles de movilización y concienciación ante
la negociación del III Convenio han sido ejemplares.

Desgraciadamente, los trabajadores del telemárketing
ven tras la firma de sucesivos convenios colectivos cómo se ha desperdiciado su capacidad de movilización
al no haberse respetado sus legítimas y más que razonables reivindicaciones. Con una participación en
las huelgas de casi un 90%, la lucha
por unas condiciones dignas se ha
perdido por el trueque de un puñado
de liberados para los sindicatos firmantes, los dos de siempre.

Es urgente encontrar vías para lograr la concienciación de todos
los trabajadores y para acercar la realidad del trabajo precario al conjunto de la sociedad, pues si no lo logramos, éste es el mundo laboral que nos espera.


Fuente:

ROSARIO SIMÓN Y ANTONIO JOSÉ RUIZ.

Comité de Lucha contra la Precariedad y el Paro de Madrid (CGT) y secretario de Comunicación de la Coordinadora Estatal de telemárketing de CGT.

Publicado en el periódico Diagonal nº 11.