Policías israelíes ataron a su jeep a un adolescente palestino a modo de escudo humano contra pedradas de manifestantes. Lo ha denunciado hoy un grupo de derechos humanos israelí formado por rabinos.
La denuncia ha sido presentada hoy a la prensa por el grupo «Rabinos por los Derechos Humanos», uno de cuyos principales activistas, el rabino Arik Asherman, fue testigo del hecho y tambièn usado como escudo humano, tras ser arrestado por defender al muchacho árabe.
El joven palestino es Muhamad Baduán, de 13 años, quien el martes de la semana pasada fue atado a las rejas con las que el Ejèrcito y la Policía de Fronteras protegen las lunas de sus todoterrenos, para disuadir a manifestantes palestinos de lanzar piedras contra la patrulla.
Según el comunicado de la organización de rabinos, Muhamad se acercó a una zona en la que adolescentes mayores que èl lanzaban piedras a los soldados y policías en la aldea de Bido, próxima a Ramala y lugar de frecuentes protestas en las últimas semanas debido al muro de separación que Israel construye en la zona.
«CASI ME VUELVO LOCO»
En cierto momento, los agentes de la Policía capturaron al menor, lo subieron al jeep y ataron una de sus manos a la reja delantera, colocada para impedir los impactos de las piedras.
«Lo convirtieron en su escudo humano. Casi me vuelvo loco cuando lo vi encima del todoterreno. Es una imagen que no se puede imaginar. !Estaba temblando de miedo !», relata Saeed Badwan, de 34 años y padre del menor.
La víctima dijo en su denuncia : «al principio tuve miedo». luego «pensè que me llevarían a prisión». «Estaba muerto de miedo de que me pegarán una pedrada. Me echè a llorar cuando vi a mi padre», agrega el menor según el testimonio que hizo ante la organización de derechos humanos.
INHUMANO PERO EFECTIVO
De nada sirvió la intervención del rabino Pasherman, quien tras tratar de obtener la liberación del joven Muhamad, fue arrestado y colocado a su vez como escudo humano.
«Es deprimente y muy triste ver que hemos llegado a una situación en la que (los israelíes) hacemos cosas como èsta», dijo por su parte el rabino Arik Ascherman, jefe de la organización de derechos humanos.
Para suerte del pequeño, la inhumana táctica de los soldados surtió efecto y los manifestantes dejaron de tirar piedras.