El conocido dicho de que algo «vale un riñón» ha cobrado esta semana una dimensión morbosa y polémica en Holanda, donde la productora de «Gran Hermano» quiere emitir un «reality show» en el que una enferma terminal escogerá, con ayuda del público, a uno de los tres candidatos a recibir uno sus riñones.
La idea de la productora Endemol interesó al canal de televisión BNN, que el próximo viernes planea emitir el concurso a pesar de las críticas de partidos políticos y asociaciones varias que han exigido a las autoridades que prohíban la difusión del programa.
Bajo el nombre «El Gran Show del Donante», una mujer -de nombre ficticio Lisa- aquejada a sus 37 años de un cáncer cerebral incurable será el centro de una competición entre tres enfermos que tratarán de convencerla para recibir el riñón. Aunque ella tendrá la última palabra, contará con las recomendaciones de los telespectadores, que le sugerirán por SMS qué candidato debería elegir.
El programa ha causado el rechazo, incluso antes de su emisión, entre los democristianos del CDA (el partido mayoritario en la actual coalición de Gobierno), quienes hoy pidieron sin éxito al ministro de los Medios de Comunicación, Ronald Plasterk, que impida la emisión del concurso.
Poco ético pero legal
El ministro, que calificó de «poco ético» su formato, dijo sin embargo que no podía prohibirlo porque sería anticonstitucional y un acto de censura. Los democristianos, por boca del portavoz parlamentario Joop Atsma, criticaron que el público pueda influir en la decisión de la donante y denunciaron que en ese proceso se podría incurrir en un delito de discriminación.
Sin embargo, Plasterk contestó que en el caso de que la emisión violara de algún modo la ley, sería labor del Ministerio Fiscal y no del Gobierno investigar -una vez concluyera el programa- las posibles infracciones a la legalidad. Además, aclaró que la ley en Holanda contempla la posibilidad de que «se done en vida un órgano a una persona» elegida por el donante, por lo que antes de la emisión del concurso no veía indicios de delito.
La polémica sobre la emisión resonó hoy también en la Comisión Europea, que lo calificó «de muy mal gusto», y en España, donde el director de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, calificó el concurso de «compra-venta de órganos» y «comercialización aberrante».
La disputa ética en torno al concurso la sembró el pasado fin de semana el diario sensacionalista holandés «De Telegraaf», que se hizo eco de las críticas del sector político y de los aplausos de algunas organizaciones de donantes, contentas con el llamamiento indirecto a la cesión de órganos.
Fuente: EFE