Paz Oyó, Secretaria de Jurídica de la Coordinadora de Telemarketing, despedida por su empresa
Atento-Telefónica actuó de forma “sorpresiva y maliciosa” al despedir al delegado sindical de la CGT, y se la condena a que “le readmita en su puesto de trabajo si el trabajador optare por esta,” así como a pagarle la “suma de los salarios dejados de percibir” en este tiempo [año y medio]. En estos términos se pronuncia el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ante el despido de Ángel Luis García, delegado de la CGT en la principal subcontrata de telemarketing y filial de Telefónica.
Paz Oyó, Secretaria de Jurídica de la Coordinadora de Telemarketing, despedida por su empresa


Atento-Telefónica actuó de forma “sorpresiva y maliciosa” al despedir al delegado sindical de la CGT, y se la condena a que “le readmita en su puesto de trabajo si el trabajador optare por esta,” así como a pagarle la “suma de los salarios dejados de percibir” en este tiempo [año y medio]. En estos términos se pronuncia el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ante el despido de Ángel Luis García, delegado de la CGT en la principal subcontrata de telemarketing y filial de Telefónica.

Un despido efectuado en plena campaña de las elecciones sindicales en esta empresa, hace año y medio, y por el que la Atento-Telefónica pretendía lanzar su particular mensaje despidiendo a un delegado de la CGT que representaba la resistencia para imponer el modelo de explotación y precariedad laboral que le interesaba. Un despido que lejos de conseguir su objetivo alentó y reforzó una presencia sindical activa de la CGT en Atento y sirvió para que el compañero despedido incrementara su compromiso sindical durante todo este tiempo. Hoy la acción sindical de la CGT en Atento es más coherente y más fuerte.

Atrás quedaron los momentos difíciles tras el despido, cuando Atento envió hasta la policía al domicilio del delegado de CGT despedido con el fin de amedrentarle, la necesidad de apoyo económico del sindicato mediante una cuenta de solidaridad para afrontar su situación de paro, y hasta las ofertas de Telefónica ofertándole la readmisión en otra empresa del grupo si olvidaba la denuncia. Hoy agradecemos y reconocemos su persistencia, y celebramos que vuelva a su puesto de trabajo en CAT ADSL y a proseguir con su labor sindical, pero de nuevo desde dentro de la principal y más precaria empresa de telemarketing.

No queremos olvidar que en todo este proceso la empresa contó con la colaboración activa del “sindicato” UGT. “Sindicato” que acogió al delegado tránsfuga que junto con la empresa promovieron la escenografía del despido, y que posteriormente alineándose con los intereses de Atento propició el linchamiento público del compañero despedido y de la CGT. Esta sentencia pone las cosas en su sitio y demuestra la catadura moral de un “sindicato” capaz de colaborar y hasta instigar un despido injusto de un trabajador y representante de los trabajadores por puro interés electoralista. No olvidamos tampoco a CCOO, que prefirió el silencio cómplice y miserable a pronunciarse en apoyo del delegado de CGT despedido.

Un mensaje que no han escuchado empresas como GSS Line en Madrid, que siguiendo la estela fallida de Atento, ha despedido hace unos días a la delegada de la CGT Paz Oyó. Un despido que casualmente se produce después de que la sección sindical de CGT en esa empresa hubiera ganado en octubre 7 despidos improcedentes en la campaña TME y haber logrado la readmisión de una trabajadora despedida por una falta muy grave ; en noviembre haber forzado a la empresa a reconocer ante la administración pública que CGT tenia razón y que empezarían a cumplir tres derechos laborales diferentes ; y después haber sacado la CGT mayoría absoluta en las elecciones sindicales de una empresa del grupo [GSS Venture].

Un acoso y juego sucio de las empresas de telemarketig que pretenden doblegar a la CGT para que nos mantengamos callados y seamos comprensibles, como lo son otros sindicatos, ante el abuso y la precariedad laboral, ante el recorte derechos laborales y ante el hecho de “deslocalizarse” e irse a otros países cuando les venga en gana. Un sindicalismo de hacer la vista gorda y quedarse quieto ante los abusos de las empresas a los compañeros de trabajo al que la CGT nos oponemos radicalmente.




Fuente: Coordinadora Estatal de Telemarketing - CGT