En Perú, miles de manifestantes contra la minería ocuparon un aeropuerto en la región sureña de Puno el sábado, un día después de que la policía antidisturbios mató a cinco activistas. Horas antes de la ocupación, el Presidente saliente Alan García revocó el permiso de la empresa de minería canadiense Bear Creek en un intento por convencer a los residentes locales de que pongan fin a las protestas que se han extendido por más de un mes.

La empresa minera dijo que demandaría al
gobierno peruano para volver a obtener su concesión. Grupos locales de
indígenas exigieron el derecho a aprobar o rechazar las operaciones de
minería en sus comunidades y denunciaron a las empresas por la
contaminación. Los manifestantes dijeron que se seguirían resistiendo a
la industria minera.

La empresa minera dijo que demandaría al
gobierno peruano para volver a obtener su concesión. Grupos locales de
indígenas exigieron el derecho a aprobar o rechazar las operaciones de
minería en sus comunidades y denunciaron a las empresas por la
contaminación. Los manifestantes dijeron que se seguirían resistiendo a
la industria minera.

Una manifestante dijo: “Esa gente que ha muerto
tiene familiares, tiene hijos. No es posible que esté pasando todo esto
acá. Nosotros vamos a brindar nuestras vidas. No es posible que nos
maten a todos nosotros simplemente por defender la contaminación del Río
Ramis».

En http://www.democracynow.org/es/2011/6/27/titulares#13