Prensa Latina informó que el comité parlamentario sobre Derechos Humanos recomendó al gobierno británico que trasmita a su par estadounidense, en público y privado, que esos malos tratos son inaceptables.

Prensa Latina informó que el comité parlamentario sobre Derechos Humanos recomendó al gobierno británico que trasmita a su par estadounidense, en público y privado, que esos malos tratos son inaceptables.

El Parlamento británico acusó este viernes a Estados Unidos de violar los derechos humanos de forma grave en el trato a los prisioneros en Irak, Afganistán y su base de Guantánamo, territorio cubano ocupado.Prensa Latina informó que el comité parlamentario sobre Derechos Humanos recomendó al gobierno británico que trasmita a su par estadounidense, en público y privado, que esos malos tratos son inaceptables. También le pidió que de explicaciones si tuvo informes de la inteligencia sobre la aplicación de torturas a los presos por personal norteamericano en suelo iraquí, afgano y su base de Guantánamo.En ese sentido, criticó las malas condiciones en que se encuentran esos encarcelados y las técnicas de tormentos que se les aplican.Con anterioridad, el Comité de Defensa del organismo también criticó a Estados Unidos y Gran Bretaña por cometer errores en la planificación de la ocupación y la llamada reconstrucción del territorio iraquí.Entre los fallos les imputó a ambos no prever el surgimiento de de una rebelión popular y por ende de la resistencia contra las fuerzas extranjeras.En estos días también se renovaron los cuestionamientos a la legalidad de la invasión y a la posición asumida por el fiscal general Lord Golsdmith.La prensa londinense puso en evidencia a Golsdmith al publicar un documento según el cual. en principio, consideró ilegal la guerra contra el país árabe y luego cambió de criterio tras reunirse con el primer ministro Tony Blair.Esas denuncias y críticas de los Comités legislativos pueden afectar a Blair, quien aspira a un tercer mandato en las elecciones de mayo próximo.Precisamente, la alianza incondicional del primer ministro con Washington y su apoyo en la invasión y ocupación del territorio iraquí se han convertido en el talón de Aquiles del primer ministro británico.