Esta dificultad administrativa tiene varias consecuencias, entre las más graves,
Cupos policiales, plan de ayuda al retorno sin financiación, aplicación de sanciones para quien acoja a un inmigrante, nuevo borrador de la Ley de Extranjería con recorte de derechos y ampliación de las sanciones, impedimentos burocráticos para renovar papeles, empresariado irresponsable dispuesto a aprovechar la coyuntura para explotar aún más al colectivo inmigrante y potenciación de la xenofobia son parte de las políticas capitalistas para hacer recaer la crisis en el sector de la clase trabajadora más desprotegido.
Esta dificultad administrativa tiene varias consecuencias, entre las más graves,

Cupos policiales, plan de ayuda al retorno sin financiación, aplicación de sanciones para quien acoja a un inmigrante, nuevo borrador de la Ley de Extranjería con recorte de derechos y ampliación de las sanciones, impedimentos burocráticos para renovar papeles, empresariado irresponsable dispuesto a aprovechar la coyuntura para explotar aún más al colectivo inmigrante y potenciación de la xenofobia son parte de las políticas capitalistas para hacer recaer la crisis en el sector de la clase trabajadora más desprotegido.

La situación es dramática. Y parece que todo esto podría ser sólo el principio de una pesadilla. Si hace un año, los abusos que soportaba la población inmigrante eran escandalosos, lo que sucede en este momento es indescriptible por más perverso aún, más irracional y más injusto.

Desde CGT del País Valencià se denuncia la política de amedrentamiento y obstaculización constante a que las personas inmigrantes puedan llevar una vida digna. Un ejemplo de ello, aparte de lo ya mencionado, es el hecho de que la renovación de los permisos de trabajo está siendo demorada, en algunos casos, hasta más de cinco meses. De esta manera, el trabajador inmigrante se ve obligado a sufrir el aplazamiento de las prestaciones por desempleo y, por tanto, es condenado a no contar con recursos económicos de ningún tipo para afrontar el fuerte crecimiento del paro que se ceba especialmente en el colectivo extranjero. Así se provocan desamparo y pobreza.

El pasado 28 de febrero, se reunieron en Valencia más de 20 organizaciones de inmigrantes pertenecientes al Foro Alternativo de la Inmigración para debatir diferentes temas que afectan al colectivo. CGT fue el único sindicato presente, un hecho lamentable puesto que en este momento crucial es cuando más fuerza cobra la necesidad de defender los derechos de TODA la clase trabajadora frente a los abusos del capital. La solidaridad y la conciencia de clase son principios irrenunciables que hoy, más que nunca, es imprescindible llevar a la práctica y difundir.


Fuente: Gabinete de Prensa CGT-PV