Después de 7 huelgas generales en 2010, los trabajadores helénicos han protagonizado el pasado miércoles 23 de febrero, una nueva huelga general de 24 horas contra el paquete de austeridad de su gobierno en acuerdo con la Union Europea y los organismos internacionales como condición al rescate del país.
La medida fue convocada por el sindicato que nuclea a los empleados del sector público, el GSEE, y por la central obrera del sector privado ADEDY, que representan ambas a cerca de 2,5 millones de trabajadores, la mitad de la fuerza laboral griega.
Policías
y manifestantes griegos se enfrentaron duramente en el centro de
Atenas durante una multitudinaria marcha al Parlamento de unas 100.000
personas y una paralizante huelga contra un severo plan de ajuste.
Imágenes
televisivas mostraron a policías antimotines que disparaban gases
lacrimógenos contra manifestantes que lanzaban bombas incendiarias
frente al Parlamento, en medio de desesperadas corridas de multitudes de
huelguistas en busca de refugio.
Policías
y manifestantes griegos se enfrentaron duramente en el centro de
Atenas durante una multitudinaria marcha al Parlamento de unas 100.000
personas y una paralizante huelga contra un severo plan de ajuste.
Imágenes
televisivas mostraron a policías antimotines que disparaban gases
lacrimógenos contra manifestantes que lanzaban bombas incendiarias
frente al Parlamento, en medio de desesperadas corridas de multitudes de
huelguistas en busca de refugio.
La huelga de 24 horas, la
primera del año contra las medidas de austeridad del gobierno, fue
convocada por los sindicatos del sector público y privado y paralizó los
vuelos, el transporte público y el dictado de clases, entre otras
actividades.
En la mayor marcha desde los disturbios que en
diciembre de 2008 pusieron al país de rodillas, unos 100.000
trabajadores, jubilados y estudiantes marcharon por las calles de Atenas
al grito de «No pagaremos» la crisis y «ningún sacrificio por la
plutocracia».
En varias calles de la ciudad la policía utilizó
gases para dispersar a los manifestantes, que arrojaron bombas molotov,
piedras y boetllas.
Los negocios barricaron sus vidrieras y los hoteles del centro de Atenas cerraron sus puertas.
Dos
policías y cinco civiles resultaron heridos, entre ellos un periodista
que sufrió lesiones leves al ser alcanzado por una explosión, informaron
fuentes policiales citadas por la agencia de noticias Europa Press.
Cuatro manifestantes fueron detenidos, dijeron las fuentes.
El
gobierno socialista griego recortó salarios y pensiones y aumentó
impuestos el año pasado como parte de un duro plan de austeridad
adoptado como contrapartida a un préstamo de 150.000 millones de dólares
de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para
hacer frente a una crisis de deuda.
La huelga general convocada
constituye la primera de su tipo en 2011, de seis que fueron
organizadas por los sindicatos del sector público en 2010 tras la puesta
en marcha del severo plan de ajustes.
La medida fue convocada
por el sindicato que nuclea a los empleados del sector público, el GSEE,
y por la central obrera del sector privado ADEDY, que representan ambas
a cerca de 2,5 millones de trabajadores, la mitad de la fuerza laboral
griega.
Los sindicatos dicen que el ajuste condena a muerte a la
economía nacional y a miles de personas a la pobreza, y que es injusto
que sean los trabajadores quienes paguen el precio de una crisis
originada por un mal manejo de las finanzas del Estado.