El viernes 23 de junio de 2006, comienzan las oposiciones para ser funcionario docente. La Consejería de Educación ha convocado un total de 2382 plazas para el cuerpo de Profesorado de Educación Secundaria, 206 para Profesorado Técnico de Formación Profesional, 49 para Profesorado de Escuelas Oficiales de Idiomas, 127 de Profesorado de Música y Artes Escénicas y 59 de Profesorado de Artes Plásticas y Diseño.
Se han matriculado un total de 26.966 opositores, quienes han pagado una tasa absolutamente abusiva, 350% superior a las tasa que se paga en Aragón, entre 70,5 euros y 63,40 euros, y se han constituido un total de 205 tribunales repartidos por todas las provincias de Andalucía.
En la provincia de Jaén, por ejemplo, se han constituido un total de 16 tribunales para examinar a más de 2.500 opositores. El viernes 23 de junio tendrá lugar el acto de presentación en los diferentes tribunales, a partir de las 17,30 horas, tribunales que están ubicados en ocho Institutos de la capital de Jaén, mientras que el primer examen tendrá lugar el domingo 25 de junio en el aulario del Campus Universitario de Jaén.
Para CGT, todo este cúmulo de cifras, datos, dinero e ilusiones frustradas que se movilizan cada año con las oposiciones sigue sin responder al auténtico problema de precariedad laboral e inestabilidad que se reproduce de forma cancerígena, año a año, en la educación pública.
Este modelo de oposiciones que sufrimos no es justo con el profesorado interino y es populista, demagogo y especulativo con el opositor libre, ya que entre las tasas, temarios y academias, estamos ante un gran negocio de millones de euros a costa de las personas más precarias y en paro.
Como sindicato de Enseñanza, pensamos que en el resultado que se obtiene en las oposiciones, uno de los factores que más influye es la suerte, el azar, teniendo el convencimiento de que no hay una relación directa entre el aprobado y los méritos, la capacidad, el esfuerzo o las necesidades.
En el aprobado influyen muchas otras variables como son la motivación, la suerte de la bola que salga, los criterios subjetivos del tribunal que corrige, los planteamientos didácticos del tribunal, el número de plazas que convocan, el tiempo de que has dispuesto para prepararte, el estado emocional y tus circunstancias del momento, etc.
En CGT, pensamos que todos y todas somos capaces para poder trabajar en un centro educativo como ya lo hemos demostrado al obtener nuestro título universitario y muchos ya lo vienen demostrando al llevar años trabajando como profesorado interino.
Es mucho lo que nos jugamos en un examen de oposiciones que todos sabemos es eliminatorio, memorístico, teórico, descontextualizado de la realidad de las aulas.
A pesar de todo ello, la Administración Educativa sigue apostando por un modelo de acceso a la función pública basado en la competitividad entre los diferentes tipos de opositores que nos presentamos.
Con este modelo de oposición que sufrimos estamos percibiéndonos como competidores y enemigos entre nosotros mismos, los opositores libres que nunca hemos trabajado, con los interinos que hemos trabajado ya un tiempo incluso con los interinos que tienen un acuerdo de estabilidad hasta el año 2008.
Todos tenemos derecho al trabajo, todos queremos trabajar o seguir haciéndolo, pero no hay plazas para todos. ¿Cuál es el mejor modelo para seleccionar a unos pocos ?
El modelo actual es un auténtico negocio, un fraude, una lotería, una cortina de humo para pensar que tenemos una oportunidad cuando la realidad es que aprobar no depende de nosotros, que no está en nuestras manos el conseguirlo por lo que genera tanta impotencia, tanto frustración.
Creemos que el acceso debe ser por méritos (expediente académico, experiencia profesional, formación docente, años de paro, etc, etc) y que, en todo caso, uno de los méritos podría ser el resultado en una prueba de oposiciones pero nunca sería una prueba eliminatoria sino un mérito más que se sumaría al resto de mis méritos.
También creemos que el sistema más adecuado debe ser aquel en el que se respete el derecho al trabajo de los opositores libres y se reconozcan los derechos de aquellos interinos que ya están trabajando, es decir, el mejor sistema es el acceso diferenciado, con una reserva de plazas para los opositores libres y otra reserva para los interinos.
Los opositores libres quieren trabajar y los interinos quieren seguir trabajando.
Los opositores libres quieren tener una oportunidad, estudian y luchan por ella, mientras que los interinos no disponen de tiempo para preparar un temario de oposiciones absurdo y teórico y quieren tener el derecho a la estabilidad en el empleo a partir de dos años trabajando como sucede con el resto de trabajadores del sector privado, según ha pactado en la reciente Reforma Laboral.
Muchos de los opositores libres acaban de terminar sus estudios universitarios, mantienen los hábitos de estudio, se preparan en academias y han puesto todas sus ilusiones, dinero y esfuerzo en aprobar las oposiciones mientras que los interinos luchan día a día por sacar las clases con un nivel de calidad óptima, son los tutores de los grupos más complicados, tienen los peores horarios, no cobran antigüedad y quieren tener un puesto de trabajo fijo.
Sinceramente, en CGT pensamos que el mejor sistema de acceso, el que respeta los derechos de todos y todas, es el acceso diferenciado por concurso de méritos., con una reserva de plazas para opositores libres y otras plazas para el profesorado interino.
Fuente: CGT- Enseñanza|Jacinto Ceacero
