ANTES DEL DÍA DE LA RAZA
(Por Valeria Ramírez y Amílcar Soto) "Seducid a las ninfas libertarias dadoras de futuros y Socavaras el suelo de la opresión miserable" (1) No conoceríamos jamás la opresión del Estado y el capital en tan clara manifestación, sino existiese de manera desmesurada contra el pueblo indígena.
ANTES DEL DÍA DE LA RAZA

(Por Valeria Ramírez y Amílcar Soto) «Seducid a las ninfas libertarias dadoras de futuros y Socavaras el suelo de la opresión miserable» (1) No conoceríamos jamás la opresión del Estado y el capital en tan clara manifestación, sino existiese de manera desmesurada contra el pueblo indígena.

Sin embargo «la punta de la lanza se va afilando, y no hay que herrar el tiro, porque solo tenemos uno», dijo un hermano Qom frente a casa de gobierno.

Hace dos meses, medios de comunicación ( ?) internacionales y locales se llegaron hasta el Chaco, una de las provincias de la región argentina donde la miseria hace mas estragos, donde mueren de hambre miles sin techo ni tierra al lado de inmensas propiedades que dentro de sus alambradas acogen 4×4, aviones, riqueza, mucha riqueza.

La propiedad privada, ese invento mediante el que se sostiene este sistema deja a miles fuera de toda posibilidad de vivir, de realizar su propia fuerza vital. La propiedad es un robo, lo sabemos, pero aquí es mas claro, quizás porque esta viva la memoria de las luchas indígenas contra el estado argentino en Chaco.

No hay que ir tanto para atrás. En 1947 en un lejano lugar de Formosa, los militares de Perón asesinaron a más de 1000 indígenas entre niños, ancianos, mujeres y adultos. Esa masacre se conoce ahora como la masacre de Rincón Bomba o El Rincón de la Bomba y solo apareció fuera del recuerdo de los sobrevivientes 60 años mas tarde. No fue la única, pero desnuda el racismo y el colonialismo de hoy.

En chaco viven 60 mil indígenas, el 90 por ciento de ellos bajo la línea del hambre (2) No hay que ser sociólogo para saberlo : en las ciudades cada señor/a blanco/a que conoce a un/a indio/a lo hace porque le pidieron comida o ropa a cambio de su arte o lo que para el mundo civilizado y occidental es artesanía. Ellos visitan las casas de los blancos y viven hacinados en barrios periféricos.

En el campo, en las «colonias» (así se denomina a las pequeñas poblaciones de criollos, inmigrantes y e incluso indígenas) el indio vive olvidado y durante mucho tiempo ese olvido fue bueno ya que les permitió sobrevivir manteniendo algunas de sus costumbres, como la caza, la pesca (mariscar, se dice) la religiosidad con la naturaleza de la que son/mos parte y, la lengua. Allí los blancos los conocen por una relación básica : el trabajo. Esa misma relación los condena porque «no saben trabajar, son haraganes y traicioneros». Negación de su ser por una triste categoría que no se entiende sino por el capitalismo, en el cual hasta el «colono» más triste desea usarlos como mano de obra barata.

En 1924 hubo una huelga india, que termino en una masacre conocida como la Masacre de Napalpí porque allí en Napalpí (que en lengua Qom significa cementerio) a unos 160 kilómetros de Resistencia el 19 de julio se asesino a mas de 450 personas desarmadas que se congregaron en una huelga general (algunos relatos dicen que fueron mas).

El pueblo blanco y civilizado había sembrado algodón, pero no tenía manos con que levantarlas, los indios se negaban porque la paga era tan poca que incluso era inferior a la que los ingleses acostumbraban a pagar en sus zafras por la recolección de la caña en los ingenios de Tucumán.

Centeno, gobernador del Territorio del Chaco en ese entonces, acudió a proteger «el progreso» disponiendo prohibición de salir del territorio a los indios.

El reclamo era inconcebible de parte de los indios, no podía ocurrir que los salvajes exigieran los mismos derechos que los blancos. Una huelga no podía ser si era india o anarquista, como a los rebeldes de la Patagonia o a los que se levantaron contra La Forestal. A todos los indios se los aniquiló.

El ejército utilizando un avión los roció con gasoil y quemó el monte donde se refugiaron después que el mismo aeroplano los ametrallara sin escrúpulos. Ancianos, niños, mujeres y hombres fueron ametrallados, quemados o degollados. La persecución siguió durante varios días, de los cadáveres extrayendo sus genitales y los mostraron como trofeos. Los que sobrevivieron se escondieron en los montes. Pocos se salvaron. Fue una clara lección para el pueblo indígena : nunca más la volvió a hacer oír sus reclamos.

Pero para los dueños del reino de la civilización y el progreso -prometido por Roca, Juárez Celman, su ministro de guerra Benjamín Victorica comandante de las campañas al desierto verde para civilizar a las alimañas del Chaco, en tres oportunidades desde 1870. La lección quedó impregnada en el sentido común del mundo blanco confirmando de una vez y para siempre que a los indios no le gusta el trabajo.

Eso es historia, de un estado, del capitalismo, de un proyecto de sociedad que vive encarnado en nuestros huesos. Pero los pueblos a pesar de la negación tienen a su favor la voluntad, la historia de la voluntad de emancipación, ese es el lugar desde el cual los y las libertarios/as aportamos a esa lucha que es nuestra.

Tuvieron que pasar más de 100 años para que la población indígena del Chaco cesara de su silencio, de su duelo.

El primer indicio de su despertar fue en el año 2002, cuando una multitudinaria marcha indígena desde el interior de la provincia se dirigió a la ciudad de Resistencia, para el día 11 de octubre, exigiendo tierra, trabajo, salud, educación. Pero más que nada diciendo presente en esta ciudad de colonos y de blancos que lleva el nombre de Resistencia… al indio.

El año pasado hubo un acampe de protesta en la plaza central de la ciudad de Resistencia ubicada frente a la Casa de Gobierno. 800 familias se atrincheraron durante 35 días hasta lograr que se los oiga. Pedían que se les pague 500 pesos por hectárea de algodón sembrada (¿querían demostrar que saben trabajar como blancos ?).

Este año hubo otra marcha, La Marcha sobre Resistencia y con ella otro acampe. La devolución de las tierras es uno de los reclamos principales, el cual incluye la legalización de los títulos de propiedad de los territorios indígenas y, la relocalización de los criollos que aun viven en estos territorios.

El otro reclamo fue uno de los que desencadeno la bronca y la lucha del pueblo indio este año : fue la renuncia del intendente de Villa Río Bermejito Lorenzo Heffner por racista.

Iban dos meses de acampe en Resistencia y más de cien días de lucha en Villa Río Bermejito cuando 12 dirigentes tomaron un oficina del 4 piso de la casa de gobierno donde permanecieron encerrados 33 días en huelga de hambre exigiendo que se hiciera efectivo aunque sea uno de los puntos del petitorio de su reclamo. Recién cuando 4 de los 12 ayunantes fueron hospitalizados acordaron con el gobierno la entrega de 1 millón de pesos de aportes del tesoro nacional (ATN) y más presupuesto al IDACH, comenzar a negociar la titularización de tierras (siempre que sean individuales).

Pero de la renuncia de Heffner no se habló mas, una parte del movimiento se fue a sus casas pero quienes iniciaron este año el conflicto aun siguen acampando en su pueblo contra un «hijo» de Hitler.

«Todo comenzó el 1º de Mayo, en El Espinillo, asentamiento que está a unos 500 kilómetros al norte de la Ciudad de Resistencia, por algunos sometimientos del intendente de Villa Río Bermejito, Lorenzo Heffner.

Unos meses atrás, en la zona hubo una importante inundación, que salió por los medios nacionales (…) La ayuda que enviaron era alimento no perecedero, equipos de primeros auxilios y medicamentos, pero nada de eso llegó como debía ser», cuenta Juan Victorica, luchador de la zona de Bermejito.

Un día los hermanos descubrieron que estaba todo lo enviado en un galpón de la municipalidad y la bronca estallo. Ingresaron al galpón tomaron las mercaderías y las depositaron en el medio de la plaza central, para que a nadie le queden dudas. Pidieron la renuncia del intendente. «Nos dice que nos va a entregar su renuncia ; nosotros le dijimos que si quiere renunciar eleve su renuncia al poder legislativo municipal, pero él dijo que no nos llevaba su renuncia porque teníamos mucho olor y que él no podía estar ahí.»

Este intendente radical descendiente de la raza aria Lorenzo Heffner (2), se reivindica nazi, esa insignia se encontraba en la tranquera de su campo.

La voluntad es grande, 5 siglos de opresión es mucha bronca para quedarse sin manifestar. En abril tomaron la plaza y realizaron el acampe hasta que renuncie el nazi, estamos cerca de fin de año y ellos siguen allí en la plaza de Bermejito, luchando. Los medios se olvidaron, juntaron las imágenes y las vendieron a su público que las miró indiferente.

En ese momento el Foro por la Tierra del Chaco (una especie de multisectorial integrada por partidos opositores y organizaciones indígenas y sindicales) denunció la venta de tierras fiscales a capitales internacionales, la depredación del monte y sobre todo el negocio más millonario de la Argentina. (3) Allí donde hasta hace 20 años los montes daban frutos y animales, agua y vida solo queda olor a randal, a glifosato. El desierto de la soja despunta, las lluvias ácidas queman todo a su paso, los tornados arrasan las viviendas de chapa, la sequía mata de sed o de cáncer de colon (debido al arsénico del agua sacada de posos y ala misma contaminación de las napas), la inundación también hace lo suyo. Arrasa con lo poco que poseen las familias para subsistir : desde los chivitos a las gallinas, desde la huerta hasta el colchón, a demás genera epidemias que los hospitales públicos curan con papeles mágicos llamados recetas, porque medicamentos no hay. En suma, clima devastado hambre para siempre para los indios. Un precio demasiado elevado. La clase gobernante es incapaz de decir ni «mu» frente a esto, se calla porque es cómplice ya que los impuestos por exportaciones son «necesarios para que Argentina siga creciendo», si se elimina capitalismo se elimina la única entrada que sustenta los gastos del gobierno. Estado y capital van de la mano y su opresión huele a desierto. Este 12 de octubre se va a celebrar nuevamente el descubrimiento de América. Galeano dice que Colon no descubrió América pero América cuando llegó Colon descubrió el capitalismo. América india aun no fue descubierta por el blanco, no tiene idea de su grandeza, su sabiduría, incapaz de ver nada que no sea su ombligo mata lo que le da miedo, destruye lo que le da vida, muere lentamente, pero cada vez mas rápido. «Un día, como cualquier día, llegaron unos barcos que traían según decían sus tripulantes la civilización a el «nuevo mundo», desde ese día comienza la mas grande de todas los genocidios nunca condenado de la historia de la humanidad». (4) -Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron : «Cierren los ojos y recen». Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia. (5)

Reivindicar las luchas indígenas este 11 de octubre es un deber moral para quienes estamos comprometidos en cambiar radicalmente esta realidad, el 11 es el último día de libertad indígena, y el 12 día de duelo de la humanidad. Quienes militamos en el movimiento libertario tenemos aportes que hacer a esta lucha, sin imponer nuestra propia visión, sino mas bien acompañando, compartiendo y respetando la lucha. Latinoamérica reclama libertad, y ella es india. (6)

No es una tarea fácil aunar fuerzas, despejar intereses ideológicos, personales y políticos. Las banderas, los partidos, los tótem los mitos y leyendas de izquierda chocan con una idea en las luchas indígenas del Chaco, idea que reclama la posibilidad de crear autónomamente un mundo nuevo, libertario.

(1) Fragmento de la poesía «Estamos» del luchador wichi Leckott Zamora escrita el 19 de julio de 2005, fecha que se conmemora la revolución libertaria española ahogada en sangre por el fascismo, y el mismo día, el levantamiento indígena en Chaco que terminó con el asesinato de 450 de ellos conocido como Masacre de Napalpí.

(2) Lorenzo Heffner (UCR), intendente de Villa Rio Bermejito está procesado por malversación de fondos contra un organismo nacional, y este mes un fiscal lo requirió a juicio por discriminación. El gobernador del Chaco se llama Roy Abelardo Nikisch, pertenece a la Unión Cívica Radical (UCR), opositora del gobierno nacional del Partido Justicialista (peronista). Nikisch acusa al presidente Néstor Kirchner de fomentar protestas indígenas a través de la Secretaría de Tierras para el Hábitat Social, a cargo de Luis D’Elía.

(3) Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en Argentina hay unos 400.000 indígenas pertenecientes a 20 etnias diferentes. En particular en Chaco viven 60.000 de ellos que conforman los pueblos toba, mocoví y wichi. Allí se registran los índices más elevados de pobreza e indigencia del país.

(4) El abogado del IDACH Walter Zanuttini afirmó que «el Instituto de Colonización vendía tierras a sus amigos a precios irrisorios y en seis meses las revendían al precio real a grandes propietarios (…) fue un negocio que estimamos en 700 millones de pesos (235 millones de dólares) y los organismos de control provincial ya iniciaron una investigación.» Según el no gubernamental Centro de Estudios e Investigación Nelson Mandela, de los 3,9 millones de hectáreas de tierras fiscales que había en esa provincia en 1995, quedan apenas 660.000. Sin embargo, las comunidades, que por ley debían ser las principales beneficiadas, quedaron fuera del reparto. Ver www.laotravoz.com.ar (5) De «La dignidad y los antidignidad en www.laotravoz.com.ar» (6) 12 de octubre : nada que festejar, Eduardo Galeano en http://chilesur.indymedia.org/es/2004/10/585.shtml * Movimiento Libertario Chaco Corrientes ; correo electrónico : alkamario@hotmail.com


Fuente: www.momarandu.com