Las empresas podrían aprovechar la creación de la figura del autónomo económicamente dependiente -aquél que recibe al menos el 75% de sus ingresos de un solo cliente- para obligar a sus nuevos empleados a acogerse a esta figura y que no sean asalariados, con lo que se ahorrarían costes sociales. Expertos y sindicatos consultados por La Voz han alertado de que la gran novedad que introduce el proyecto de ley del Estatuto de los Trabajadores Autónomos, consensuado por el Gobierno con las principales asociaciones, y que debe debatirse en el Parlamento, puede suponer la legalización de los falsos autónomos.
Incluso el Ministerio de Trabajo ha admitido la posibilidad de que se produzca un « deslizamiento de asalariados a trabajadores autónomos económicamente dependientes ». Así lo expresaba en la memoria económica del anteproyecto de ley.
Precisión del Gobierno
Precisamente, el Gobierno aludió a la polémica al aprobar el proyecto de ley en el Consejo de Ministros del pasado 24 de noviembre. « No se pretende legalizar a los denominados falsos autónomos, ya que el objeto fundamental es que el trabajador por cuenta propia amplíe su cartera de clientes y diversifique su actividad », decía hace sólo unos días.
Si bien es indudable que la norma otorga más derechos a los profesionales por cuenta propia, el riesgo de que se dé cobertura legal a los falsos existe, según Comisiones Obreras y la Unión Sindical Obrera. « Nosotros estamos preocupados de que pueda servir para que haya un trasvase de empleo asalariado al autónomo, que en la práctica puedan ser falsos autónomos », explica Dolores Liceras, responsable de Empleo de CC. ?OO.
« Conociendo que las empresas cada vez externalizan, subcontratan más sus actividades, todo lo que sea incentivar formas de empleo que tienen menos derechos que los trabajadores asalariados resulta preocupante y puede producir una mayor precarización del mercado laboral », añade.
USO expresa la misma inquietud. « El autónomo económicamente dependiente puede contribuir a una mayor desregularización del mercado, haciendo que muchos empleados, si quieren seguir siéndolo, se vean obligados a dejar su condición de trabajador por cuenta ajena y sean obligados a convertirse en falsos autónomos », aseguran en el sindicato.
Peligro evidente
En el despacho de abogados Sagardoy admiten que « efectivamente hay un peligro evidente de trasvase de asalariados a autónomos económicamente dependientes, con fundamento en la propia ley ». « Si las empresas camuflan a un trabajador por cuenta ajena como dependiente estaríamos ante un fraude de ley, como ya se da con los falsos autónomos », aseguran. En ese caso, tendrían que decidir los jueces, « pero sin duda habrá conflictividad en este punto ».
La Asociación Nacional de Abogados Laboralistas estima que la nueva figura « provocará la expulsión del mercado laboral por cuenta ajena de muchos trabajadores que ahora son empleados ».
Pero tanto Comisiones Obreras como el despacho Sagardoy coinciden en que los más afectados serán los nuevos contratados, a los que muchas empresas obligarán a ser autónomos y no asalariados. « Se acentuará lo que ya está pasando : las empresas dirán al trabajador o eres autónomo o no te contrato », apunta Dolores Liceras.
Fuente: Enrique Clemente ( La Voz de Galicia