El día 12 de noviembre, viernes, murió, en Madrid, a la edad de noventa y dos años, Carmen Bueno Uribes (1918-2010) ; en el momento de su fallecimiento, la acompañaban algunos familiares, entre ellos, su hija Carmen Delgado.

Vayan estas líneas como urgente muestra de respeto y admiración por una mujer que ha sabido morir con el mismo temple y entereza con el que supo vivir y trabajar. Nuestro respetos también parta todos sus familiares y amigos.

Carmen Bueno de Guzmán, hasta el último aliento

Carmen Bueno de Guzmán, hasta el último aliento

A los 92 años, en una residencia de la tercera edad, ha fallecido Carmen Bueno, compañera de toda la vida de Eduardo de Guzmán, el que fuera director de Castilla Libre durante la guerra civil y autor de una de las mejores trilogías que existen sobre la contienda contada desde el lado de los vencidos (El año de la victoria, La muerte de la esperanza y Nosotros los asesinos). Imposible comprender la trayectoria vital e intelectual de Eduardo de Guzmán, el único periodista español que ha obtenido el Premio Internacional de Prensa otorgado por las principales revistas del mundo, obviando junto a él la figura omnipresente, generosa y enérgica de Carmen, tutelando hasta en los momentos más difíciles la fidelidad a la memoria de su amado Eduardo, de cuya desaparición años atrás nunca se recuperó.

Mujer de una pieza, pedernal e intransigente con los poderosos y humilde y entregada con los sencillos, Carmen supo granjearse el afecto de toda la familia libertaria y republicana, como quedó de manifiesto en el pequeño homenaje que por sorpresa le rindió un grupo de amigos con motivo de su noventa aniversario. Genio y figura, orgullosa feminista sin carné, en los últimos tiempos se había convertido en la espontánea albacea de los archivos de Eduardo de Guzmán, por cuya casa familiar de la calle Atocha de Madrid pasaron numerosos historiadores, periodistas e investigadores para consultarlos libremente bajo su protectora mirada. En permanente vigilia para que nada ni nadie manejara sus más íntimas convicciones (aún se la recuerda, entera y rotunda, en el entierro de Eduardo conminando al operario de la funeraria “y ya va quitando usted de ahí esos herrajes”, en referencia al crucifijo que presidía el ataúd). Una trayectoria insobornable en las ideas y la lucha por la vida que se afirmaba en los años de exilio interior que supuso para la pareja una durísima y represora posguerra prolongada inicuamente hasta comienzos de la transición. Con el sentido de la altiva dignidad que la caracterizaba, sus últimas palabras fueron de despedida para aquella tragedia humanitaria que marcó a toda una generación militante que como ella nunca se entregó. “Los han detenido, los han detenido”, musitaba en la agonía. Que la tierra te sea leve, Carmen Bueno de Guzmán.

Rafael Cid

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Nacida en la provincia de Cuenca, fue una de las primeras enfermeras diplomadas de España. Durante los primeros meses de la guerra civil española, trabajó en el Hotel Ritz, transformado durante el conflicto en hospital de sangre de la CNT. Al finalizar la guerra fue denunciada por un médico de la quinta columna y sufrió varias detenciones.

Cursó posteriormente los estudios de matrona y ejerció su oficio durante más de cuarenta años. Separada de su primer marido, se casó en 1953 con el periodista y escritor libertario Eduardo de Guzmán, nacido en Villada (Palencia) en 1909, autor de una de las obras testimoniales más importantes sobre nuestra guerra y los primeros años de posguerra, en especial en lo referente a los campos de concentración franquistas, en algunos de los cuales sufrió detención.

Fallecido Eduardo de Guzmán en 1991, Carmen Bueno tuvo un papel relevante en la recuperación, durante los últimos años, de la obra del que fuera su marido. Ediciones VOSA primero y la editorial El Garaje SL, han publicado algunas de los principales aportaciones de este gran escritor como su trilogía cumbre : La muerte de la esperanza, El Año de la Victoria y Nosotros los asesinos, además de una serie de reportajes recopilado en el volumen titulado La tragedia de Casas Viejas, 1933. Quince crónicas de guerra, 1936.

Gracias a la actividad de Carmen, tanto la Universidad Popular de Palencia como el Ayuntamiento de Villada organizaron sendos homenajes a la figura de Eduardo de Guzmán en 2007 y 2008, respectivamente. En ambos participó Carmen Bueno y aportó recuerdos y datos poco conocidos sobre quien fuera su marido, además de su propia experiencia en aquellos años de esperanza e ilusión aplastados a sangre y fuego.

Vayan estas líneas como urgente muestra de respeto y admiración por una mujer que ha sabido morir con el mismo temple y entereza con el que supo vivir y trabajar. Nuestro respetos también parta todos sus familiares y amigos.

EDICIONES EL GARAJE S. L.