Óbito. Rosa Lobo, nuestra compañera entrañable y solidaria, fallecíó en París, el jueves 17 de noviembre de 2005
Rosa fue de una generación que propagó ideales y esperanzas. De esta generación, que la antorcha de la libertad, fue sembrando espitas, en diferentes puntos del orbe. Esa luz, que alumbraba radiante, el pensamiento de Rosa y que queda, en el recuerdo de todos nuestros compañeros y compañeras. Rosa conservó sus ideales hasta su último soplo, sus penas y tragedias pasadas desde el exilio, ya en España, cuando tuvo que huir hacia el norte y luego a Francia, no mermaron en nada, su voluntad y deseos de hacer, participando en la medida de sus condiciones físicas en todo cuanto pudo.
Óbito. Rosa Lobo, nuestra compañera entrañable y solidaria, fallecíó en París, el jueves 17 de noviembre de 2005

Rosa fue de una generación que propagó ideales y esperanzas. De esta generación, que la antorcha de la libertad, fue sembrando espitas, en diferentes puntos del orbe. Esa luz, que alumbraba radiante, el pensamiento de Rosa y que queda, en el recuerdo de todos nuestros compañeros y compañeras.
Rosa conservó sus ideales hasta su último soplo, sus penas y tragedias pasadas desde el exilio, ya en España, cuando tuvo que huir hacia el norte y luego a Francia, no mermaron en nada, su voluntad y deseos de hacer, participando en la medida de sus condiciones físicas en todo cuanto pudo.

Cada átomo de segundo que pasa en la vida, la parca silenciosa nos despoja de ella.
Así, Rosa Lobo, nuestra compañera entrañable y solidaria, fallecía en París, el jueves 17 de noviembre de 2005.

Rosa pertenecía al grupo libertario de París, ese nucleo de afinidad que une sentimientos y compañerismo.
Querida Rosa, eres un pétalo más que la muerte ha arrancado de ese gran manojo de sensibilidades, que lucharon y luchamos aún, por amor a unos ideales de justicia. Descanza en paz querida compañera, tu memoria queda perenne en la nuestra.


Fuente: Sara Berenger