Ya está disponible el número 26 de La Brecha, publicación del gabinete económico confederal de CGT. En esta ocasión el monográfico lleva por título “El servicio, la vivienda y la Internacional que viene”, realizado por Daniel Machuca, miembro del Sindicato de Inquilinas e inquilinos de Málaga.

La Brecha es una publicación orientada a dar visibilidad a las distintas realidades laborales y circunstancias sociales y económicas que vivimos la clase trabajadora. Este mes de octubre de 2024 queremos hablar sobre vivienda y turismo, un sector determinante en nuestras vidas que ha estado a debate en los últimos años en relación a las políticas de expulsión que han generado. Pero el autor también plantea las posibilidades de articulación de un movimiento de respuesta que desborde los límites actuales. Daniel Machuca propone debatir sobre los límites de la acción política en defensa de la vivienda, el papel que juegan las clases medias y las posibilidades de alianzas entre las personas afectadas con conciencia de lucha. “Nuestra condición como vecinas se ha visto violentada, incluso destruida en muchos casos, pero la industria que nos ha expulsado hacia las periferias nos reclama como mercancías. Las vecinas vuelven al viejo barrio-centro y cada vez más lo hacen en condición de camareras, repartidoras y limpiadoras, trabajadoras serviles al consumo del turismo de masas. En ese trayecto de vuelta, lejos de encontrar la posibilidad de restablecer el encuentro con las inquilinas que bordean la almendra y de hacerlo de hecho en las viejas plazas centrales, nos planteamos alianzas estratégicas que conecten a todas esas subalternidades; alianzas que desestabilicen la normalidad de la explotación y el expolio, llegando a establecer una relación problemática entre los bordes, el centro y sus flujos de cuerpos, mercancías y labores de cuidados”.

Para el colectivo editor de La Brecha: “Las ciudades turistificadas se han convertido en campos de experimentación del capital privado, en los que todo el enjambre social es susceptible de ser puesto al servicio de la extracción de rentabilidad privada. Como se apunta en este texto, resulta necesario imaginar y ensayar alianzas para construir un sujeto múltiple que pueda actuar de contrapoder: la clase trabajadora precarizada del sector servicios, el inquilinato, la población migrante. De su encuentro y organización común es desde donde puede emerger una respuesta”.


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT