Miles de personas comenzaron a desfilar por las calles de Nueva York para protestar contra la Convención Republicana, que se celebrará a partir del lunes, tras una gran pancarta que dice "paren la agenda de Bush".
A la cabeza de la marcha, convocada por la coalición United for Peace and Justicie (UFPJ), estaban, entre otros, el líder de la comunidad negra estadounidense Jessie Jackson, el cineasta Michael Moore, la concejal hispana Margarita López y la coordinadora de la UFPJ, Leslie Cagan.


Miles de personas comenzaron a desfilar por las calles de Nueva York para protestar contra la Convención Republicana, que se celebrará a partir del lunes, tras una gran pancarta que dice «paren la agenda de Bush».

A la cabeza de la marcha, convocada por la coalición United for Peace and Justicie (UFPJ), estaban, entre otros, el líder de la comunidad negra estadounidense Jessie Jackson, el cineasta Michael Moore, la concejal hispana Margarita López y la coordinadora de la UFPJ, Leslie Cagan.

Armados con carteles que afirman «Bush debe marcharse», «Bush mintió, miles murieron» y otros mensajes contrarios a la guerra contra Irak y a la política del gobierno, los participantes comenzaron a caminar bajo un calor aplastante, por el sol intenso y la fuerte humedad ambiental.

Antes de comenzar el desfile, que les llevará ante las puertas del Madison Square Garden, sede de la convención, algunos líderes y activistas se dirigieron a los manifestantes para explicar lo que motiva esta protesta.

Moore, conocido internacionalmente por el documental «Fahrenheit 9/11», que ataca con humor la política del presidente George W. Bush, afirmó que, durante la estancia de los aproximadamente 50.000 delegados republicanos en Nueva York, «vamos a hacer lo posible para que se inscriban en el ejército y vayan a pelear en la guerra a la que han enviado a gente pobre a luchar».

«Queremos que acabe esta guerra, que vuelvan nuestras tropas a casa y eso no va a ocurrir sin nuestra presión», dijo.

También Cagan expresó su oposición a la política del gobierno en Irak y afirmó que «la gente más humilde de este país lleva la pesada carga miles de millones de dólares destinados a la guerra, mientras nuestras escuelas, nuestra asistencia sanitaria o la adquisición de vivienda están en crisis».

«He pagado el precio más alto por la paz. He pagado con la vida de mi hijo», declaró Fernández Suárez del Solar, un hispano que desde hace meses dedica todos sus esfuerzos a una campaña contra la guerra y a promover la educación de los jóvenes sin necesidad de que entren en el ejército.

La manifestación se desarrolla en medio de un férreo dispositivo de seguridad, que incluye miles de policías y agentes del servicio secreto, barreras especiales capaces de detener un vehículo en marcha, vigilancia por helicóptero y cámaras de televisión.

La manifestación, que está acompañada de una amplia cobertura mediática, se celebra tras una batalla legal en la que los convocantes intentaron sin éxito llevar la protesta al Central Park.

Se espera que algunos participantes acudan de cualquier forma al parque, lo que hace temer enfrentamientos con la policía y que la manifestación termine con actos de violencia y detenciones.

En los últimas días, más de 300 personas han sido arrestadas en diferentes actos de protesta contra la convención, la política del gobierno y en favor de diversas reivindicaciones y derechos.