Desde CGT Telepizza queremos denunciar la utilización que está haciendo Telepizza y la franquicia QSR de la indignación y la preocupación real que existe entre la plantilla por el COVID-19. Días atrás exigimos a la empresa un protocolo de actuación real de acuerdo a la gravedad de la alerta social que vivía el país. Y que en el caso de no cumplirse, llamamos a la plantilla a abandonar los puestos de trabajo de manera justificativa si seguía poniéndose en riesgo su vida y la de sus familias.
La empresa sigue sin a contestar nuestra exigencia y también a elaborar un Protocolo preventivo contra el Coronavirus. Pero ahora resulta que aprovechándose de la preocupación real de las trabajadoras y trabajadores nos enteramos, de boca de los supervisores, que Telepizza-QSR pretende aplicarnos un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo). Que, por el momento, aun no nos ha notificado a los representantes sindicales.
La empresa sigue sin a contestar nuestra exigencia y también a elaborar un Protocolo preventivo contra el Coronavirus. Pero ahora resulta que aprovechándose de la preocupación real de las trabajadoras y trabajadores nos enteramos, de boca de los supervisores, que Telepizza-QSR pretende aplicarnos un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo). Que, por el momento, aun no nos ha notificado a los representantes sindicales.
Este hecho pone en evidencia dos cosas: Primero, que su Protocolo de Actuación es una vergüenza, y, que hay peligro de contagio. Y segundo. Que han esperado a la modificación que ha hecho el Gobierno sobre los ERTE´s para que en lugar de gastarse dinero en mascarillas y guantes y poner su negocio al servicio de la comunidad, ha preferido robar dinero de las arcas públicas que la clase obrera va acabar costeando.
El ERTE supondrá un recorte del 30% a nuestro ya misero sueldo. Es decir, que si ya resultaba difícil mantenernos con este sueldo, ahora será peor.
La pregunta que hacemos es: ¿Quién va a pagar los sueldos del ERTE? Este es el verdadero chollazo de Telepizza: El Gobierno ha anunciado que el Estado no solo es el que va a pagar los salarios de las personas afectadas por el ERTE, es que además va a pagar a Telepizza, y las demás empresas, las cotizaciones a la seguridad social de la plantilla. Es decir, que en vez de que el Gobierno obligue a estas empresas a cumplir con un plan serio de prevención contra el COVID-19, Telepizza va a sacar tajada a costa de las arcas públicas, con ayuda del Gobierno.
Desde CGT Telepizza estamos en contra de que las trabajadoras y trabajadores seamos quienes costeemos esta crisis mientras la patronal hace negocio con el dinero que está ayudando a pagar la sanidad pública. Este salvataje a la patronal lo vamos a pagar con nuevas crisis económicas aún peores, con más despidos, ajustes y nuevos recortes públicos.
En CGT Telepizza lo tenemos claro. No al ERTE ni a los despidos. En el caso de cierre temporal o reducción de los horarios, exigimos que sea Telepizza el que nos pague el 100% del sueldo, calculado de acuerdo al salario medio de los meses anteriores. No queremos sobrevivir con 180 euros al mes. Además exigimos que Telepizza nos ingrese inmediatamente los 1.000 euros que aproximadamente nos deben de los atrasos del SMI que siguen sin pagar después de más de un año.
Es una vergüenza que la plantilla le tengamos que pagar a Telepizza nuestros propios sueldos, cuando gracias a nuestro trabajo en 2019 los accionistas se llevaron un dividendo extraordinario de 131 millones de euros, y en 2017 el Presidente de Telepizza, Pablo Juantegui se llevaba 9,16 millones al bolsillo el solito. ¿Cómo es posible que se le pague a Telepizza con las arcas públicas, cuando en 2016 descubrimos que la empresa no pagaba impuestos, gracias a los paraísos fiscales que mantenía en las Islas Caimán y Guernsey a través de la “Foodco Invest” de Luxemburgo?.
Por otro lado, somos conscientes de que nosotras, como los trabajadores y trabajadoras de la sanidad, también podríamos jugar un papel en ayudar a resolver esta crisis. Un problema del confinamiento es que un parte de la población no puede cocinarse o tienen problemas alimenticios, como los menores sin beca comedor o los mayores y dependientes que viven solos. Pero para poder hacerlo exigimos que el gobierno intervenga las grandes cadenas como la nuestra, sean puestas bajo el control democrático de la plantilla y seamos nosotras las que organicemos el trabajo, las condiciones de seguridad e higiene, quien debe trabajar y quien no (con baja pagada al 100% para los colectivos de riesgo) y solo para atender las urgentes necesidades sociales de esta parte de la población.
Secretaría de Comunicación CGT Aragón-La Rioja
Fuente: Secretaría de Comunicación CGT Aragón-La Rioja