Una vez finalizado 2012, desde esta Sección Sindical de CGT queremos dejar constancia de otro hecho laboral de gran relevancia y trascendencia en el Grupo Citibank, como lo es las numerosas prolongaciones de jornada habidas durante el transcurso del año.
Lo que hasta hace poco se denominaba “horas extraordinarias”, y que era un trabajo excepcional, voluntario y superiormente retribuido, ha pasado a ser en la actualidad un trabajo habitual, forzado y gratuito. Habitual porque basta observar que se produce día a día, por un considerable espacio de tiempo, y por un alto porcentaje de plantilla.
Lo que hasta hace poco se denominaba “horas extraordinarias”, y que era un trabajo excepcional, voluntario y superiormente retribuido, ha pasado a ser en la actualidad un trabajo habitual, forzado y gratuito. Habitual porque basta observar que se produce día a día, por un considerable espacio de tiempo, y por un alto porcentaje de plantilla. Forzado, porque son muy frecuentes las quejas que venimos recibiendo de empleados que se sienten fuertemente presionados (e incluso coaccionados) por sus supervisores para ampliar su tiempo de trabajo. Y gratuito, porque la misma Dirección de la empresa nos reporta que no le consta la realización de horas extras.
Si bien consideramos que resulta aconsejable un margen de flexibilidad y tolerancia en cuestión de relaciones laborales, en este caso se ha llegado a un punto en el que hay de poner coto a lo que consideramos una ilegalidad y un abuso.
Ante todo, hemos de recordar que en los últimos meses la Dirección viene procediendo a un gran número de despidos en sus empresas del Grupo (ERE incluido) amparándose en que no tiene suficiente carga de trabajo, y que por tanto precisa amortizar puestos de trabajo. También, por el mismo motivo, se niega a que retornen los empleados en situación de excedencia, una vez finalizada la misma.
Tenido en cuenta la grave situación de desempleo que azota a nuestra sociedad, valoramos que no sólo no es solidario, sino que tampoco es admisible, que los trabajadores realicemos un trabajo adicional al que estamos legalmente obligados.
Pero además de constituir un problema moral, es sobre todo una cuestión de legalidad. Así, el Art. 20 del actual convenio colectivo de Banca (ver convenio), recoge que ante “la grave situación de paro existente y con el objetivo de favorecer la creación de empleo”, determina que las horas extraordinarias han de responder a necesidades de carácter excepcional y urgente, o ser derivadas de circunstancias imprevisibles, y siempre que no quepa la utilización de contrataciones temporales. Y este no es el caso del Grupo Citibank, toda vez que como se puede comprobar y acreditar, las prolongaciones de jornada se han generalizado, están a la orden del día, y cada vez son de mayor duración.
La ilegalidad, no sólo es laboral sino que entendemos que también alcanza ámbito tributario. En nuestra opinión, el empleado puede querer renunciar al cobro de su tiempo extraordinario de trabajo, y regalárselo a la empresa, pero ello sólo alcanzaría a su rendimiento neto, y no a la parte correspondiente a impuesto de IRPF, y de cotización a la Seguridad Social, cuyo importe también se ahorra de pagar la empresa. Esta ilegalidad no alcanzaría al empleado, pues no está obligado a pagar por lo que no percibe, pero sí a la empresa que se beneficia de lo que le correspondería a las arcas públicas. Este beneficio adquiere una mayor dimensión si tenemos en cuenta que el precio de la hora extraordinaria en banca conlleva un incremento del 75% sobre el tiempo de trabajo ordinario.
Nos encontramos pues, ante un nuevo problema creado por la intransigencia de algunas jefaturas y supervisores de turno, que no saben hacer frente a sus superiores ante la falta de personal necesario, y pretenden resolver el problema mostrándose muy agresivos con sus supervisados, a los que exigen, y en algunos casos con muy malas formas, trabajar mucho más tiempo del legalmente establecido, y de forma gratuita.
El derecho a una jornada laboral, con un horario legalmente determinado, fue una conquista social que a la clase trabajadora le costó mucho sufrimiento conseguir. No nos lo regalaron. Y no estamos dispuestos a renunciar a él.
Dado que nos estamos dispuestos a consentir esta situación en Citibank, nos vemos en la obligación de actuar para que se corrija esta abusiva situación. Para ello, nuestros servicios jurídicos ya están trabajando en la preparación de las correspondientes denuncias ante la Inspección de Trabajo y ante el Ministerio de Hacienda.
Por otra parte, de seguir recibiendo quejas de empleados por forzárseles a ampliar su jornada laboral, consideraremos que, aparte de ilegalidad en materia de jornada y horarios, también concurre una situación de hostigamiento hacia el trabajador, y procederemos a denunciar tal conducta como acoso laboral.
Finalizamos este escrito, advirtiendo de otro riesgo adicional que implica la prolongación de jornada: cualquier accidente que se sufra durante la ida o vuelta al trabajo, al no tener ya inmediatez con la hora de entrada o salida de la jornada legal, puede resultar problemático que sea reconocido como accidente laboral, y por tanto no gozar de los beneficios establecidos para tal contingencia.
9 de Enero de 2013
CGT Citigroup
Fuente: CGT Citigroup
