Mientras que en las ciudades Javier Milei cierra espacios de Memoria, despide funcionarios, niega subvenciones a organismos culturales, recorta pensiones… en las provincias la derecha deja actuar impunemente a grupos violentos contra quien tenga la decencia de reivindicar lo evidente.

Es lo que ha ocurrido en El Bolsón, donde mientras los bosques se queman y las llamas atraviesan más de 2700 hectáreas, la Policía detuvo a tres voluntarios que ayudaban a los brigadistas. Esas tres personas fueron acusadas de provocar el fuego, algo que el vecindario niega con rotundidad. La protesta de vecinos frente a la comisaría y la amenaza de un grupo parapolicial, termino con actos de violencia contra la comunidad.

El gobierno y el poder judicial pretenden correr de foco de lo que, verdaderamente importa ahora en la comarca, que es combatir el fuego. «Ya lo vimos con otros incendios, con otras situaciones, buscan dividir y crear problemas” apuntó un vecino. Además creen que la represión es una forma de acallar cualquier voz que disienta de las versiones oficiales y refuerza la idea autoritaria de que nadie puede cuestionar las acciones del Gobierno. Una deriva autoritaria que está generando protestas de los organismos de derechos humanos argentinos.

Desde la Secretaria de Relaciones Internacionales de CGT vamos a seguir con atención lo que ocurra con las organizaciones populares y con la lucha por la justicia social de los pueblos hermanos.

 


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT