La dirección de Nissan Motor Ibérica presentó hoy ante la Consellería de Trabajo e Industria de la Generalitat de Catalunya un expediente de regulación de empleo que afectará a un total de 160 empleados (138 operarios y 22 empleados de oficinas) de la planta de la Zona Franca de Barcelona, quedando excluidas las plantas de Cuatro Vientos (Madrid) y Montcada (Barcelona), según informó la empresa.

La dirección de Nissan Motor Ibérica presentó hoy ante la Consellería de Trabajo e Industria de la Generalitat de Catalunya un expediente de regulación de empleo que afectará a un total de 160 empleados (138 operarios y 22 empleados de oficinas) de la planta de la Zona Franca de Barcelona, quedando excluidas las plantas de Cuatro Vientos (Madrid) y Montcada (Barcelona), según informó la empresa.

La compañía comunicó su decisión esta mañana al comité de empresa, y también lo ha notificado en una nota interna al conjunto de todos los trabajadores. La presentación del expediente se produce después de que el pasado 2 de marzo se estancaran las negociaciones del convenio y la filial española de Nissan amenazara con eliminar 600 puestos de trabajo.

Los sindicatos rechazaron de forma inmediata el expediente y esta misma tarde se reunirá el comité de empresa para elaborar un informe para la Generalitat con la intención de demostrar que no hay «ninguna necesidad real» de realizar la regulación, según informó a Europa Press el responsable de la sección sindical de Comisiones Obreras, Javier Pacheco.

Según los sindicatos, el expediente es una medida para presionar en la negociación del convenio, ya que en las últimas semanas la empresa ha debido adoptar determinadas medidas para recuperar producción del «Almera Tino» y el «Terrano» debido a la «falta de plantilla». En esta situación influye el elevado absentismo que se da en la empresa ante la falta de personal de recambio y las pocas posibilidades de promoción que aprecian algunos empleados.

BLOQUEO NEGOCIADOR.

La dirección rechazó el pasado 2 de marzo la propuesta unitaria elaborada por los sindicatos CGT, CC.OO., SIGEN y UGT, en la que proponían a la empresa recuperar las prejubilaciones a los 55 años, que fueron interrumpidas el año pasado por su elevado coste, y defendían la recuperación de tareas subcontratadas. Los sindicatos reclamaban un incremento del poder adquisitivo y expresaban su disposición a aceptar un nuevo marco de flexibilidad siempre que hubiera garantía sobre el cómputo de la jornada anual y un control sindical sobre todo el proceso.

La compañía condiciona cualquier avance en la negociación del convenio colectivo a que los trabajadores acepten incrementar los ritmos de trabajo, el tiempo de bocadillo se reduzca de 30 a 20 minutos, se incremente la flexibilidad y haya penalizaciones al absentismo laboral.

Tras el punto muerto de las negociaciones al que se llegó el 2 de marzo, se produjo otro contacto el 5 de marzo, fecha en que la subdirección general industrial convocó a la representación de los trabajadores para pedirles que reflexionasen y, según la empresa, «se convocó» una nueva reunión para el 11 de marzo. Debido a los atentados de Madrid, el encuentro se pospuso al 15 de marzo.

Nissan Motor Ibérica hizo pública una nota en la que afirma que «la representación de los trabajadores se negó ayer a realizar la reunión, alegando que no pueden negociar si al mismo tiempo la empresa está tomando decisiones sobre la actividad diaria con las que no están de acuerdo, tales como adelantar el horario de los autocares o cambiar pausas por relevos».

«La dirección —señala el comunicado— entiende que ésta es una vez más una demostración de falta de voluntad negociadora y que cualquier objeción por parte de la representación sindical se toma como argumento para dilatar aún más la negociación».

Ante esta situación, la dirección de Nissan Motor Ibérica «se ve obligada a presentar hoy un expediente de regulación de empleo que afectará a 160 personas de Zona Franca asignadas a tareas no productivas, como primera medida tendente a reducir el excedente de plantilla que se ha estimado en más de 600 trabajadores en 2006».

La dirección asegura en su comunicado que «no entiende» la actitud de las representaciones sindicales cuando en otras compañías del sector se han firmado acuerdos conteniendo propuestas equivalentes o incluso más competitivas a las que la empresa está proponiendo. La empresa insiste en que «la mejora competitiva es imprescindible, y el convenio es una pieza clave para conseguirlo, para poder garantizar y asegurar la viabilidad futura de la compañía a medio y largo plazo».


Par : Europa Press