Naciones Unidas, 3 de marzo. Decenas de miles de muchachas luchan en la primera línea de fuego en los conflictos armados de países en desarrollo y no sólo ejerciendo como cocineras o esclavas sexuales para los soldados varones, según un estudio publicado hoy.
’’Hay una tendencia a clasificar erróneamente a las jóvenes en países donde lo usual es que se les prostituya, cuando ellas son a menudo combatientes de primera línea’’, dijo Dyan Mazurana, una de las autoras del estudio.
Mazurana y su colega en Estados Unidos, la investigadora Susan McKay, escribieron Where are the girls ? (¿Dónde están las niñas ?) tras pasar tres años entrevistando a más de 300 jóvenes menores de 18 años en el norte de Uganda, Sierra Leona y Mozambique.
Su estudio, subvencionado por el gobierno canadiense, también abarca conflictos armados en Nepal, Oriente Medio y Colombia.
Las jóvenes participan en combates y también realizan labores domésticas, como cocinar, y frecuentemente sus funciones incluyen tener relaciones sexuales con los soldados, expresó la investigadora en una entrevista durante una reunión en Naciones Unidas de la Comisión sobre el Estatus de las Mujeres.
Para ayudar a esas adolescentes, que generalmente son secuestradas y forzadas a luchar, las agencias internacionales para el desarrollo hacen que sus enviados encubran su labor como combatientes, señaló el estudio.
En el norte de Uganda, los menores representan alrededor de 80 por ciento de la tropa del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés), y la mitad son niñas.
’’La mayoría de las jóvenes en el norte de Uganda, en el LRA, tienen entre 10 y 13 años», reveló Mazurana.
Secuestros
Hace dos semanas, el LRA, que sostiene que busca lograr una vida mejor para los acholi, que habitan el norte del país, mató a 230 personas en una ofensiva en un campo de refugiados ugandeses. Niñas participaron en dichos ataques.
«La gente no desea unirse al LRA y éste la captura y la obliga a participar», dijo Mazurana. «La estimación es de 50 mil personas secuestradas por el LRA», añadió.
«En Africa subsahariana, si nosotros queremos entender la clase de guerras económicas que provocan estos conflictos y cómo operan, tenemos que prestar atención al papel de los jóvenes, chicos y chicas», abundó.
En la década de la guerra civil que devastó Sierra Leona, y que acabó hace dos años, 22 mil 500 de los 45 mil miembros del Frente Revolucionario Unido eran menores, y 7 mil 500 eran niñas, según el estudio.
Un segundo grupo rebelde de Sierra Leona, las Fuerzas Armadas Revolucionarias, disponía de 10 mil soldados, la mitad de los cuales eran niños y, de éstos, mil 700 eran niñas.
Los grupos rebeldes son conocidos por sus tácticas brutales, inclusive obligar a los niños a matar a sus padres y a combatir bajo los efectos de drogas.