Este simbólico 25N contra las personas asesinadas por violencia de género, no evita las muertes que siguen sucediendo y nos preguntamos por qué la ley no es suficiente. Por qué se reproduce el machismo en gente cada vez más joven, por qué cada año supera al anterior en número de muertes y por qué el asesino prefiere ir a la cárcel antes que dejar con vida a la mujer que un día le dijo que la amaba. También debemos preguntarnos por qué no hay una sociedad suficientemente comprometida, por qué sentirlo no es suficiente. Una sociedad avanzada, civilizada no puede permitir tal barbarie. Debe acabar con las raíces profundas generacionales del despotismo patriarcal.
Es necesario reflexionar para acabar con esta lacra social que empieza a convertirse en norma. Los medios cada día le conceden menos importancia, peor aún, hace dos semanas la cadena televisiva de la señora Cospedal, presentaba la noticia del asesinato de una mujer de la forma más morbosa posible, entre cuchillos de carnicero y carne cruda. Este hecho en otro país hubiese sido motivo para muchas dimisiones.
Es necesario reflexionar para acabar con esta lacra social que empieza a convertirse en norma. Los medios cada día le conceden menos importancia, peor aún, hace dos semanas la cadena televisiva de la señora Cospedal, presentaba la noticia del asesinato de una mujer de la forma más morbosa posible, entre cuchillos de carnicero y carne cruda. Este hecho en otro país hubiese sido motivo para muchas dimisiones.
Desde que se contabilizan estos asesinatos, en diez años se ha llevado por delante la vida de más de 900 mujeres. Prácticamente ha superado al terrorismo de ETA en 30 años. Sin embargo los traumas que deja en las niñas y niños huérfanos, no tienen el reconocimiento sociopolítico que merece, ni protección económica, ni nada que pueda remediar semejante tragedia.
No vemos voluntad política de acabar con esto. La educación que se imparte en colegios e institutos, es claramente insuficiente. No se realizan campañas de formación y sensibilización. Es más, los recortes de tintes ideológicos aplicados lo evidencia. Casas de acogida que han cerrado por impagos de la Administración. Vemos cómo el Estado inhibe su responsabilidad permitiendo las desigualdades. Reformas puestas en marcha contra la libertad de la mujer como la última ley del aborto, recortes sociales que afectan a la dependencia, sector donde trabaja mayoritariamente la mujer, en general, todo ha contribuido a retroceder lo avanzado potenciando más diferencias entre ambos sexos
Sin igualdad, limitando el aborto, sin vivienda, sin trabajo, sin presente y sin futuro, no hay libertad, no hay lucha contra la violencia machista. En CGT exigimos el cumplimiento íntegro de la Ley. No podemos consentir que la crisis sea la excusa para retroceder y no hacer nada.
Purificación Eisman, Secretaria de Comunicación CGT-PV y Murcia
Fuente: Purificación Eisman, Secretaria de Comunicación CGT-PV y Murcia