Hay que retirar los salarios y pensiones de la banca de los desahucios

La banca y el bipartidismo dinástico a su servicio son los culpables del drama de los desahucios, con sus secuelas de suicidios, desamparo y brutales expropiaciones. Ellos activaron en comandita la crisis que sufrimos, con sus trágicas consecuencias sociales, y sólo ellos, de nuevo con complicidad y alevosía, programaron las bárbaras e inhumanas medidas que el mundo de los grandes negocios y el poder económico-financiero demandaban para cargar los costes de la crisis a los trabajadores. Por tanto, es “una quimera” suponer de ellos solución alguna. De su criminal “algarabía” sólo cabe esperar dilaciones, maquillajes y vana retórica que enmascare la cruda realidad.

 

Ellos, los gobiernos del PP y del PSOE que ahora dicen que se van a poner a buscar salidas al problema, son los mismos que lo crearon. Mientras alababan a la “mejor banca del mundo”, liquidaban las “ineficaces” cajas de ahorro que suponían la única competencia al sistema financiero privado y legislaban para favorecer el boom inmobiliario, con su correlato de destrucción de la costa y corrupción a maletines llenos para sus terminales municipales, la buena gente se entrampaba comprando a precios astronómicos esa “vivienda digna” a que según la Constitución vigente tenemos derecho.

Ellos, los gobiernos del PP y del PSOE que ahora dicen que se van a poner a buscar salidas al problema, son los mismos que lo crearon. Mientras alababan a la “mejor banca del mundo”, liquidaban las “ineficaces” cajas de ahorro que suponían la única competencia al sistema financiero privado y legislaban para favorecer el boom inmobiliario, con su correlato de destrucción de la costa y corrupción a maletines llenos para sus terminales municipales, la buena gente se entrampaba comprando a precios astronómicos esa “vivienda digna” a que según la Constitución vigente tenemos derecho. El club de las mentiras.

Hemos visto de todo y hemos callado por incredulidad e impotencia, esperando esos brotes verdes que nos lanzaban como un atrapabobos. Con el gobierno del PSOE, estando en funciones, hemos visto indultar al consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Saéz y exonerar a su presidente Emilio Botín de responder ante los tribunales del enorme fraude para la Hacienda pública (¿somos todos?) de las llamadas “primas únicas” por voluntad de, María Teresa Fernández de la Vega, la que luego sería vicepresidenta con Rodríguez Zapatero. Y a continuación, con el ejecutivo del PP ha llegado la amnistía fiscal para los grandes defraudadores y, otra vez, hacer la vista gorda ante la gran evasión de la familia Botín en bancos suizos. Todo ello con el indecente colofón de haber votado juntos, PP y PSOE, para impedir que se hagan publicas las listas de defraudadores que el gobierno tiene en su poder.

Así que basta de cuentos y monsergas. Ni el PP ni el PSOE se han apeado de la burra que nutre sus pesebres, mediante las condonaciones que todos los años la banca hace de sus multimillonarias deudas, ni se han hecho súbitamente sensibles a las demandas de la dación en pago. No habrá tal. Juegan a que van a rectificar porque elección tras elección, encuesta tras sondeo, ven desplomarse sus expectativas de seguir raptando la voluntad de la gente. Ni siquiera están haciendo ese último paripé del consenso para buscar medidas que palíen los efectos de los desahucios en las familias más vulnerables cuando la desesperación ha llevado a varias personas a suicidarse ante la llegada del pelotón de lanzamiento bancario-judicial. Han movido ficha sin cambiar de tablero cuando han sentido sobre sus nucas la protesta de la judicatura y, sobre todo, cuando les filtraron que la Unión Europea (UE) iba de dejarles en evidencia como matapobres por permitir una ley hipotecaria salvaje.

Pero “si se puede”. Y está en nuestra mano. Ni un duro para la banca de los desahucios. Hay que amenazarles ( y llegado el caso realizarlo colectivamente) con la retirada de nuestros sueldos, salarios, pensiones y demás, a aquellas entidades que no acepten la dación en pago. Y extender esa práctica a todas las partidas que supongan una palanca para ganar la batalla de los infames desahucios. Como exigir en los plenos de los Ayuntamientos que las corporaciones saquen sus cuentas de los bancos que echen a la calle a sus vecinos. Nosotros mismos, sin esperar las limosnas traperas de nuestros “supuestos representantes”.

Ni un euro en la banca de los desahucios.

Ni un euro sin dación en pago.

Rafael Cid


Fuente: Rafael Cid