La Dirección Provincial de Educación de Burgos no busca la cacareada seguridad de los alumnos, profesores y personal no docente en los centros educativos; ni pretende ofrecer una enseñanza de calidad.
Como ya hemos denunciado desde la Sección de Enseñanza de CGT-Burgos, la
Dirección Provincial de Educación no hizo los deberes en verano. Recordamos que,
cuando la consejera Rocío Lucas presentó el 6 de julio un protocolo para tener un
inicio de curso seguro, señalaba que se había hecho un estudio de las necesidades de
cada centro. Sin embargo, no era cierto y el 3 de septiembre, se pedía urgentemente a
los centros los datos sobre espacios y se discutía la concesión de nuevos grupos para
Como ya hemos denunciado desde la Sección de Enseñanza de CGT-Burgos, la
Dirección Provincial de Educación no hizo los deberes en verano. Recordamos que,
cuando la consejera Rocío Lucas presentó el 6 de julio un protocolo para tener un
inicio de curso seguro, señalaba que se había hecho un estudio de las necesidades de
cada centro. Sin embargo, no era cierto y el 3 de septiembre, se pedía urgentemente a
los centros los datos sobre espacios y se discutía la concesión de nuevos grupos para
reducir la cantidad de alumnos por aula y respetar el famoso metro y media de
distancia.
En algunas aulas, aunque se respete la ratio máxima de alumnos, no es posible
guardar la distancia de 1,5 metros. Y la solución más evidente es usar espacios
públicos de otras administraciones.
La Dirección Provincial no ha hecho absolutamente nada para lograr una
colaboración estrecha y efectiva con otras instituciones, como el Ayuntamiento de
Burgos, al que recurrieron algunos centros y que llegó a ofrecer espacios.
Incomprensiblemnte, habiendo conseguido ciertos centros esta cesión de espacios, la
Dirección Provincial lo ha prohibido.
Las explicaciones de la administración educativa provincial responden a la
tacañería, para no colaborar en el pago de los gastos que generara esa ocupación, o a
que no había que salir del centro mientras este tuviera espacios para ser ocupados
como aulas de grupo-clase, sencillamente porque los regidores del Ayuntamiento son
de otro signo político.
Por ello, los centros se han visto obligados a usar como aulas comunes sus
bibliotecas, gimnasios, laboratorios, etc. A día de hoy, hay alumnado que recibe clase
de música sin instrumentos, de informática sin ordenadores, de tecnología sin taller.
Estas son las consecuencias de los apaños de última hora y esta es la enseñanza de
calidad que se fomenta desde la Consejería y la Dirección Provincial.
Desde CGT, nos tememos que la Dirección Provincial ha establecido una lucha
política con el Ayuntamiento que es de diferente signo político, saliendo perjudicados
alumnado, profesororado, personal no docente y en general los centros, así como la
calidad de la enseñanza.
CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO (C.G.T.)
CGT-Burgos Enseñanza
Además, la Administración se ve forzada desde principios de septiembre a
ampliar la contratación de nuevos profesores interinos, muchos de los cuales han
conseguido plazas mejores que las que obtuvieron los interinos que obtuvieron plaza
el proceso normal de adjudicación de agosto.
A estas alturas, sigue faltando profesorado en muchos centros. El caso más
llamativo es el del IES “Diego Marín Aguilera”, donde se ha producido la dimisión de
su equipo directivo.
Como ocurre desde hace años, los interinos tienen un trato de profesores de
segunda y no puedan ejecutar su trabajo a la pardel resto la plantilla del centro. Sus
cos contratos tienen vigencia desde el primer día de clase (p.ej. desde el 9 de
septiembre para Primaria). Esto quiere decir que no pueden participar en la elección
de horarios y grupos con sus compañeros de departamento que tienen lugar los días
previos. Tampoco conocen el funcionamiento del centro, no pueden explicárselo a los
alumnos, ni recibir el horario. Este año, además, los profesores de Secundaria han
tenido contrato un día después del inicio del curso. Si a los nuevos interinos les
hubiera dado por incorporarse el día anterior, a la par que iniciaba el curso, habrían
corrido el riesgo de sufrir un desgraciado accidente in itinere o en el centro sin la
oportuna protección.
Desde CGT, denunciamos esta situación que debe avergonzar a los gestores de
la educación en Castilla y León, exigimos una definitiva subsanación de estos errores,
buscando un acuerdo que logre los espacios necesarios para dar una enseñanza de
calidad, o que permita ocupar los ya conseguidos y financiar el coste de aquellos que
haya que utilizar.
Si no se rectifican estas situaciones, exigiremos la dimisión del Director
Provincial de Educación, al poderle más su posicionamiento político que la enseñanza
pública de los estudiantes burgaleses.
Burgos, 30 de septiembre de 2020
Fuente: Sección de Enseñanza de CGT-Burgos