La resistencia iraquí ha ampliado en las últimas semanas los blancos de sus ataques : ya no sólo atenta contra las fuerzas de ocupación y las policías locales. Ahora se lanza contra civiles nacionales y extranjeros. Las acciones terroristas han favorecido los planes de Estados Unidos de poner un gobierno títere al frente de ese país y han echado a la resistencia pacífica iraquí al terreno del miedo. De ahí los rumores que la autora recogió en Bagdad sobre la autoría de los ataques : el Pentágono, la CIA, los ingleses…

La resistencia iraquí ha ampliado en las últimas semanas los blancos de sus ataques : ya no sólo atenta contra las fuerzas de ocupación y las policías locales. Ahora se lanza contra civiles nacionales y extranjeros. Las acciones terroristas han favorecido los planes de Estados Unidos de poner un gobierno títere al frente de ese país y han echado a la resistencia pacífica iraquí al terreno del miedo. De ahí los rumores que la autora recogió en Bagdad sobre la autoría de los ataques : el Pentágono, la CIA, los ingleses…

La conspiración es una teoría, cierto. Pero el hecho es que las fuerzas de ocupación han usado las muertes de civiles para afianzar sus planes de vender Irak a retazos. Y, como pregunta la autora, «con el pueblo iraquí viviendo en medio de tanto caos y peligro, ¿quién se los va a impedir ?»

BAGDAD.- En Londres desplegaron una manta de protesta en el Big Ben, en Roma un millón de manifestantes llenaron las calles. Pero aquí en Irak no hubo ningún acto espectacular parecido para conmemorar el primer aniversario de la invasión. Una muestra de que, especuló la BBC, los iraquíes están en lo general «contentos» con el progreso de su liberación.

Sin embargo, al dar una vuelta en coche el 20 de marzo, la estremecedora quietud se sentía como signo de otra cosa : que los aniversarios simbólicos son un lujo que no está al alcance de los iraquíes cuando la guerra que se supone conmemoran todavía se está librando. En Bagdad, varias manifestaciones estaban planeadas para el día 20, pero fueron canceladas a última hora como respuesta a los ataques que los civiles iraquíes y extranjeros sufrieron durante tres días.

El 19 de marzo, una marcha contra la ocupación diseñada como una demostración de unidad entre los musulmanes sunitas y chiítas fue mucho más reducida de lo que esperaban los organizadores, y no es para sorprenderse : hace menos de tres semanas, 70 personas murieron en el horroroso ataque a la misma mezquita chiíta donde los manifestantes se congregarían. Para recalcar la amenaza, el jefe de la ocupación estadunidense, Paul Bremer, escogió el día de las planeadas protestas para predecir que era probable que hubiera más «ataques serios» parecidos «cuando tienes a muchedumbres chiítas juntas». Aquellos que, a pesar de las amenazas, se atrevieron a llegar miraban a su alrededor con nerviosismo, mientras hombres armados con AK-47 se alineaban en las calles y los techos, en busca de indicios de problemas.

Vale la pena recordar que hace apenas dos meses en el ambiente había notoriamente menos vacilación. En enero, más de 100 mil iraquíes tomaron las calles de Bagdad y Basra para rechazar el plan estadunidense de designar un gobierno interino a través de un complicado sistema de caucus regionales, y demandar elecciones directas. Bajo una intensa presión, Bremer se vio forzado a desechar por completo el plan de los caucus. Por un breve momento dio la impresión de que el vacío discurso de llevar la democracia a Irak podría convertirse en una realidad, no porque los ocupantes se tomaran en serio aquello de dar a los iraquíes la autodeterminación, sino porque los iraquíes parecían estar decididos a tomar ese poder, a pesar de los mejores esfuerzos de sus ocupantes.

Ahora, tras un mes de terror y de continuas afirmaciones de los «expertos» de que Irak está al borde de una guerra civil, mucha de esa valentía retrocedió. Por eso se le llama terrorismo : manda a la gente de las calles a su casa, remplaza el valor por el miedo, la autosuficiencia por la dependencia.

Hay raras excepciones, como las recientes elecciones españolas, momentos en los que parece que la población decide hacer colectivamente otra cosa -responder al horror con el desafío. Pero ocurre más a menudo que el terror simplemente aterroriza.

Pero si el terror cosecha miedo, lo cual es un punto obvio, la pregunta también obvia es : ¿Quién sale más beneficiado del miedo extendido en Irak ? Según el presidente estadunidense George W. Bush, los ganadores son los malhechores sin rostro determinados a socavar la futura democracia iraquí. «Comprenden que un Irak libre será un devastador retroceso en sus ambiciones de tiranía en Oriente Medio», explicó en el aniversario. Y, según Bremer, eso significa que los ataques probablemente continuarán conforme se acerque el 30 de junio, fecha de entrega del poder.

Es una bonita teoría, pero no es la que se difunde en las calles de Bagdad. El pasado miércoles, tan sólo 20 minutos después del devastador bombardeo del hotel Monte Líbano, comenzaron los rumores : fueron los estadunidenses, el Pentágono, la CIA, los ingleses… Si estas teorías conspirativas tienen tracción quizá sea porque las fuerzas de ocupación descaradamente se aprovechan de los ataques y hacen justo lo que imputan a los terroristas extranjeros : los usan para frenar la llegada de una genuina democracia en Irak.

* * *

Cuando los soldados de la resistencia sólo tenían como blanco a la ocupación (los contratistas, la policía), la impresión era que las fuerzas de ocupación eran ineptas y no tenían el control, y se reforzaba el argumento de que Estados Unidos debería retirarse y entregar el poder a los iraquíes o a una fuerza internacional neutral. Pero ahora que los blancos claramente se han extendido e incluyen civiles iraquíes, así como trabajadores humanitarios y periodistas extranjeros, la Casa Blanca intenta que parezca que los iraquíes son los que están fuera de control, desgarrados por los odios religiosos y étnicos, incapaces de gobernarse sin la intervención de Estados Unidos.

Puestas en duda las perspectivas de la democracia iraquí, y con los ataques terroristas que aseguran que haya muchos menos iraquíes en las calles demandando sus derechos democráticos, Bremer está a punto de lograr lo que parecía imposible hace apenas dos meses : instalar un gobierno iraquí interino completamente controlado por Estados Unidos.

Ahora parece que lo más probable sea que el primer gobierno «soberano» iraquí será creado a través de un proceso todavía menos democrático que el abandonado sistema del caucus : simplemente ampliarán el Consejo Gobernante Iraquí designado por Estados Unidos. Aquí, este cuerpo está tan desacreditado que le llaman «el consejo gobernado», pero los ataques nocturnos ahogaron a las generalizadas objeciones.

Bremer también logró usar los ataques terroristas para asegurarse de que el próximo gobierno iraquí no podrá hacer otra cosa que acatar sus órdenes. A principios de mes, su plan de impulsar una constitución interina parecía destinada al fracaso, con varios miembros del Consejo Gobernante que se rehusaban a firmar el controversial documento. Pero tras los devastadores ataques a los sitios religiosos chiítas el 2 de marzo, los líderes iraquíes se vieron obligados a firmar el documento como muestra de unidad nacional y estabilidad.

La constitución interina, firmada hace dos semanas, establece que «las leyes, regulaciones, órdenes y directivas promulgadas por la Autoridad Provisional de la Coalición… permanecerán vigentes». Estas leyes incluyen la Orden 39, de Bremer, la cual dramáticamente cambia la constitución previa de Irak para permitir a las compañías extranjeras ser dueñas de 100% de los bienes iraquíes (con excepción de los recursos naturales), y sacar 100% de sus ganancias del país, pavimentando el camino para las privatizaciones masivas.

Pero desafiar las órdenes de Bremer no será una opción tras la «entrega de poder» : la constitución interina establece claramente que la única manera en que estas leyes pueden ser cambiadas es con el voto de 75% del «Gobierno Transitorio Iraquí». Según esta misma constitución, ese organismo no existirá hasta que se lleven a cabo las elecciones a principios de 2005.

En otras palabras, la ocupación no terminará el 30 de junio, simplemente pasará a manos de un grupo de políticos iraquíes designados, sin mandato democrático ni poder soberano. Con su nueva cara iraquí, el gobierno se habrá liberado de la fea percepción de que los bienes nacionales de Irak son rematados a los extranjeros, ya sin el estorbo de los votantes iraquíes que podrían tener ideas propias. En la conferencia Foro Económico de Irak, que se llevó a cabo en Beirut la semana antepasada, Nassir al-Jadarji, un miembro del Consejo Gobernante, aseguró a los potenciales inversionistas que los acuerdos tomados por estos políticos sin mandato se pasarán a los futuros líderes electos de Irak. «Nuestras políticas hacia las inversiones no se modificarán de ninguna manera y les aseguramos que cumpliremos los contratos firmados», dijo.

Algunos se preguntan por qué una empresa querría comprar pedazos de un país tan caótico y peligroso como Irak. Quizá la verdadera pregunta debía ser : con el pueblo iraquí viviendo en medio de tanto caos y peligro, ¿quién se los va a impedir ?


*Autora de No logo y Vallas y ventanas

(Traducción : Tania Molina Ramírez. Copyright 2004 Naomi Klein)