Tras el acuerdo del Pleno de la anterior legislatura, en el que todos los grupos municipales excepto UPN apoyaron que el Ayuntamiento asumiera en su totalidad el Servicio de Atención a Domicilio, la totalidad de los partidos que actualmente gobiernan en el Ayuntamiento de Pamplona, incluyeron este punto en su acuerdo programático.

El Ayuntamiento de Pamplona se encuentra estudiando diferentes formas de organizar el SAD, aunando de una u otra manera a las plantillas de las dos empresas que ahora prestan el servicio (una pública, ASIMEC, y otra privada SAR Quavitae) en una sola, de carácter municipal.

Sabemos que la patata caliente deben asumirla ahora unos grupos que no optaron por la privatización y que siempre hubieran preferido una prestación directa del servicio.

El Ayuntamiento de Pamplona se encuentra estudiando diferentes formas de organizar el SAD, aunando de una u otra manera a las plantillas de las dos empresas que ahora prestan el servicio (una pública, ASIMEC, y otra privada SAR Quavitae) en una sola, de carácter municipal.

Sabemos que la patata caliente deben asumirla ahora unos grupos que no optaron por la privatización y que siempre hubieran preferido una prestación directa del servicio.

Desde la CGT entendemos que volver a hacer público un servicio privatizado es el camino correcto. Y el Ayuntamiento de Pamplona-Iruña nos tendrá de su parte apoyando la municipalización de este y cualquier otro servicio, en pro de unos servicios públicos dignos y de calidad.

En estos momentos se baraja que todas las trabajadoras pasen a ser personal municipal bajo la fórmula de contratadas laborales indefinidas no fijas. A falta de más información sobre la viabilidad económica, que parece posible, entendemos que es una oportunidad para consolidar este servicio.

El trabajo que prestan las plantillas no va a desaparecer, es más, con los datos de población en la mano, el envejecimiento de la ciudadanía es evidente y la atención a domicilio es una demanda al alza. Si ello lo completamos con un plan de atención más global, que cubra aspectos ahora no contemplados en el SAD, como dinamización de ese sector…, tenemos que las plantillas actuales pueden tener garantizado el trabajo.

Las condiciones en que se desarrolle son lo importante. Como sindicato defenderemos que las condiciones laborales y salariales no se vean perjudicadas. Estamos hablando de un sector laboral feminizado y de un ámbito laboral que tiende a la flexibilizad horaria. Sea como sea el proceso, estos aspectos han de ser tenidos muy en cuenta para evitar que este cambio suponga más precarización de las condiciones laborales de las trabajadoras.

Por otro lado, debe garantizarse todo lo posible, que no se produzcan privatizaciones en el futuro. Que no llegue un momento en el que un ayuntamiento de otro color decida que la atención a nuestros mayores sea privatizada de nuevo. Y con ello, el trabajo de muchas mujeres que verán nuevamente en riesgo sus puestos de trabajo y empeoradas sus condiciones laborales. La mala gestión política no deben pagarla ni las trabajadoras ni las personas que necesitan atención domiciliaria.

CGT defiende que en este momento es fundamental mantener los puestos de trabajo y ofrecer a las trabajadoras unas condiciones de trabajo dignas, pero no podemos olvidarnos del servicio que prestamos. Las personas que necesitan ser atendidas se merecen una calidad que siempre será mejor y más completa si el servicio está unificado, si no hay intermediarios y tampoco ánimo de lucro.

Si todas estamos en este barco, instituciones, grupos políticos, trabajadoras y sociedad en general, la mejora será notable. No importa el color de los partidos, ya que este trabajo no está destinado a una parte de la sociedad, sino a toda. Por ello, la privatización como consecuencia de priorizar la orientación política frente al servicio de calidad que toda la ciudadanía se merecen, sería un paso atrás en la atención a las personas dependientes, así como un nuevo mal trago para las trabajadoras que verían otra vez en riesgo su puesto de trabajo tanto por ideas como por intereses mercantiles.

Ahora que nuestra sociedad va envejeciendo, creemos que una buena gestión en manos públicas y con control público, beneficia a toda la sociedad y permite tener una visión global respecto a la situación de las personas en situación de dependencia, las prestaciones actuales, las carencias y las previsiones de futuro. La calidad en la atención irá aumentando con el compromiso de todas y todos.

 

 


Fuente: CGT-Nafarroa