Mujeres que saben defenderse
Un taller de autodefensa contra la violencia de género enseña a una veintena de mujeres a encarar situaciones de conflicto, poner límites y hacerse respetar
Mantener la calma ante una situación de conflicto, saber dialogar para intentar no llegar a la violencia, conocer cuáles son tus puntos fuertes o, si es necesario, ser consciente de que dispones de recursos físicos para poder defenderte. Éstos son algunos de los aspectos que se enseñan en un taller de autodefensa contra la violencia machista que se lleva a cabo cada sábado de noviembre, con la participación de 20 mujeres. La iniciativa corre a cargo de la secretaria de género de la CGT Baix Camp-Priorat y del Casal Despertaferro, con la colaboración del Casal de les Dones de Reus.
Mujeres que saben defenderse

Un taller de autodefensa contra la violencia de género enseña a una veintena de mujeres a encarar situaciones de conflicto, poner límites y hacerse respetar

Mantener la calma ante una situación de conflicto, saber dialogar para intentar no llegar a la violencia, conocer cuáles son tus puntos fuertes o, si es necesario, ser consciente de que dispones de recursos físicos para poder defenderte. Éstos son algunos de los aspectos que se enseñan en un taller de autodefensa contra la violencia machista que se lleva a cabo cada sábado de noviembre, con la participación de 20 mujeres. La iniciativa corre a cargo de la secretaria de género de la CGT Baix Camp-Priorat y del Casal Despertaferro, con la colaboración del Casal de les Dones de Reus.

« Tradicionalmente, las mujeres hemos sido educadas para facilitar las cosas y suavizar las situaciones. En cambio, también estamos capacitadas para poner límites, hacernos respetar y decir sí cuando queremos decir sí y no cuando queremos decir no ». Son palabras de Karin Konkle, una estadounidense licenciada en Estudios de Género por la Universidad de Columbia que cada sábado de este mes de noviembre imparte este taller a una veintena de mujeres en el local de los Xiquets de Reus.

Konkle, ante todo, quiere dejar bien claro que este tipo de cursos no tienen como única finalidad enseñar a las mujeres a defenderse físicamente de una hipotética agresión, sino que analiza el conflicto desde una perspectiva mucho más global. « Intento enseñar a las mujeres a encarar el conflicto, con el objetivo de evitar que surja una situación de violencia », comenta esta mujer que también es licenciada en Medicina Tradicional China por la Escola Superior d’MTC (Barcelona), además de segundo dan de aikido y de llevar 18 años practicando artes marciales.

A pesar de que el diálogo es el primer objetivo, este curso también pretende que las mujeres sean conscientes de que cuentan con recursos físicos suficientes para encarar situaciones de violencia. « De este manera se sienten más seguras », comenta Karin Konkle, quien añade que « si sabes que tienes fuerza física y te conoces más a tí misma te sientes más segura ».

A pesar de que la profesora imparte charlas teóricas, gran parte de la base de este taller se sustenta en el planteamiento de situaciones de todo tipo con las que las mujeres después pueden encontrarse en la vida cotidiana. « Primero, enseñamos a hablar, a negociar. En segundo lugar, es interesante aprender a tener consciencia del espacio y cómo ver la distancia, por ejemplo, en situaciones de aglomeración como el metro, un tren, etc. », comenta la profesora.

Por último, las participantes en este curso también aprenden a defenderse desde el punto de vista exclusivamente física. Por ejemplo, cómo empujar con las manos, de qué manera utilizar todo el cuerpo, cómo caer, cómo dar golpes de pie desde el suelo o a librarse cuando otra persona se ha tirado encima.

Contentas

Una de las participantes en el taller, que prefirió mantener su nombre en el anonimato, comentó ayer al Diari el sentir mayoritario de todas las alumnas. « Estamos muy contentas con las clases, porque nos permite dotarnos de herramientas para defendernos en caso de una situación de violencia. El taller está muy bien porque no es tan físico como yo creía », aseguraba esta joven.


Fuente: Joan Morales | jmorales@diaridetarragona.com