Dos trabajadores murieron ayer en la provincia de Jaén. El primero de 25 años, falleció al caer desde unos diez metros en una fábrica de aceite de Burunchel. El otro de 24, por una descarga eléctrica en Mancha Real. Para Andalucía, son ya seis las muertes en el trabajo en este año, aunque la de Pozoblanco (Córdoba) no es accidente laboral.
El primer suceso tuvo lugar por la mañana, a las 11,15 horas en la Cooperativa Alto Guadalquivir de Burunchel, pedanía de la localidad jiennense de La Iruela, perteneciente al Parque Natural de Cazorla Segura y Las Villas. Hasta el lugar se desplazaron efectivos sanitarios, así como miembros de la Guardia Civil y un helicóptero del 061, que finalmente no fue necesario al certificar el médico de La Iruela poco después, que el joven ya había fallecido. Los técnicos de la Delegación de Empleo de la Junta recibieron aviso del suceso, del que lo único que se conocía es que el joven realizaba trabajos de mantenimiento de las máquinas de la aceitera, en plena campaña de esta actividad. Ya por la tarde se produjo el segundo accidente, esta vez de un joven 24 años que perdió la vida a las 17.20 horas después de recibir una descarga cuando trabajaba en un poste eléctrico del que cayó, localizado en el cortijo Torremocha, de la localidad jiennense de Mancha Real. Hasta allí se desplazaron la Guardia Civil, la Policía Local, el 061 y el médico de urgencias de la localidad, de donde era vecino este joven.
Estos sucesos aumentan hasta seis la cifra andaluza de muertos durante el trabajo en lo que va de año, aunque en el caso del hombre que falleció el martes en una olivarera de Pozoblanco (Córdoba), “los hechos no se pueden considerar como un accidente laboral”, según dijo ayer el secretario de Salud Laboral de UGT en Córdoba, Manuel Torralba, ya que el hombre era autónomo.
Torralba explicó que, “si hubiera sido un trabajador por cuenta ajena, sí se trataría de un accidente laboral” ya que el infarto, por lo que se estima que murió, también cuenta, pero añadió que si se confirma que era autónomo se descartaría esta calificación. El hombre, de 50 años, descargaba aceituna cuando se desvaneció y se golpeó en la cabeza.
Fuente: El Correo