•  Jesús María Mera se precipitó al vacío al ceder el techo en una finca de la calle San Roque en presencia de su hijo
  •  Los inquilinos del inmueble escucharon un fuerte golpe y después los gritos de los trabajadores

  •  Jesús María Mera se precipitó al vacío al ceder el techo en una finca de la calle San Roque en presencia de su hijo

  •  Los inquilinos del inmueble escucharon un fuerte golpe y después los gritos de los trabajadores

    JM. HUGUET / N.esús María Mera López, de 47 años de edad, falleció en la tarde de ayer al desplomarse el techo de una finca en la que trabajaba y caer al vacío desde una altura de más de diez metros. Al parecer, el obrero que trabajaba en las tareas de rehabilitación del edificio de la calle San Roque número 6 se encontraba sobre el techo de la tercera planta cuando los ladrillos que estaban colocados cedieron. A causa del desplome, Jesús María Mera cayó al vacío y en la caída se impactó en la cabeza con una de las vigas que estaban acumuladas en el patio interior del inmueble.

    El obrero fue atendido de inmediato del severo traumatismo craneoencefálico que le provocó la caída pero los médicos del 061 no consiguieron reanimarle y Jesús María Mera llegó ya sin vida al hospital Universitario Puerta del Mar.

    El trabajador pertenecía a la constructora de Manuel Rodríguez, que estaba realizando los trabajos de rehabilitación de esta finca del barrio de Santa María y que al parecer contaba con todos los permisos de la Delegación Municipal de Urbanismo. Sin embargo, los vecinos ya habían denunciado en varias ocasiones a la empresa por la acumulación de escombros en el patio.

    El pasado 9 de agosto, una de los inquilinas, Antonia de los Reyes, acudió hasta la sede del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Cádiz para denunciar las condiciones en las que trabajaban estos obreros.

    Según esta denuncia, a la que ha tenido acceso LA VOZ, Antonia de los Reyes advertía de que los trabajadores de la constructora de Manuel Rodríguez estaban realizando la actuación sin casco y sin elementos de sujeción. Tampoco existía una red protectora en el patio para evitar la caída de escombros a las viviendas y al patio, y de los propios trabajadores. En la denuncia también se especificaba que el patio estaba lleno de escombros que no eran retirados por la empresa constructora.

    Según la denunciante, « cuando en el Ministerio de Trabajo leyeron la denuncia, me pusieron en contacto rápidamente con el inspector de guardia. Él mismo me aseguró que en menos de una semana acudirían a la casa para comprobar en qué condiciones se estaba realizando la obra. Desgraciadamente, el inspector nunca vino ».

    Trabajaba con su hijo

    El trabajador fallecido en este accidente laboral era vecino de la calle Rosario y, según los vecinos de la calle San Roque, « era el hombre más amable de la cuadrilla y siempre estaba cantando ». Su hijo, de apenas veinte años, trabajaba en la contrata con su padre y fue testigo del brutal accidente. Según han relatado los que se encontraban presentes en el número 6 de la calle San Roque, el joven no vio cómo su padre caía al vacío, pero sí acudió rápidamente a auxiliarlo.

    Sin embargo, y según explicaron los testigos, el joven intento reanimar a su padre pero tuvo que ser trasladado a la calle al sufrir un ataque de ansiedad al ver el cuerpo del trabajador, mientras gritaba : « Qué voy a hacer yo ahora sin él ».

    Los inquilinos tampoco presenciaron el fatal accidente. Según Juan de los Reyes, « yo estaba solo en mi casa con mi hija en la cocina cuando escuchamos un ruido muy fuerte. Al principio creíamos que era un saco de escombros, pero enseguida escuchamos los gritos de auxilio. Salí al patio y observé al hombre en el suelo, mientras evitaba que mi hija viese lo que estaba ocurriendo. Ella llamó rápidamente a los servicios de emergencias sanitarias y a la Policía Local y Nacional. También los vecinos de las fincas colindantes comenzaron a llamar para pedir auxilio, colapsando incluso las líneas de teléfono ».

    Según De los Reyes, en pocos minutos aparecieron los efectivos del servicio de emergencias e intentaron reanimar al obrero y lo trasladaron en ambulancia. Por la tarde, los testigos también tuvieron que acudir al centro de salud de Santa María aquejados de un ataque de ansiedad por la situación vivida.

    Esta familia abandonará pronto esta vivienda tras otorgarles el Ayuntamiento de Cádiz un piso en Puntales, a pesar de que Juan de los Reyes cuenta con un contrato de inquilino indefinido.

    Casualmente, en 2004 murió un obrero en similares circunstancias en la calle Mirador, también en el barrio de Santa María. El trabajador cayó desde una altura de tres metros y se golpeó la cabeza y la espalda.


    Fuente: M. HUGUET / N.