Muere un trabajador al electrocutarse y caer desde ocho metros de altura en Alcoa
Un trabajador falleció ayer en Alcoa al tocar un cable de alta tensión en una subestación eléctrica de la factoría. Tras la descarga, el obrero, Moisés Franco Otero, de 35 años, empleado de una empresa subcontratada, se precipitó al suelo desde una altura de unos ochos metros. Los equipos médicos trataron de reanimarle, pero falleció poco después de las dos de la tarde. Todo apunta a un fallo humano, aunque aún no se ha determinado si éste fue del propio fallecido o de otro trabajador con el que formaba equipo. Los auxiliares de Alcoa estudian realizar hoy un paro para exigir medidas de seguridad.
Muere un trabajador al electrocutarse y caer desde ocho metros de altura en Alcoa

Un trabajador falleció ayer en Alcoa al tocar un cable de alta tensión en una subestación eléctrica de la factoría. Tras la descarga, el obrero, Moisés Franco Otero, de 35 años, empleado de una empresa subcontratada, se precipitó al suelo desde una altura de unos ochos metros. Los equipos médicos trataron de reanimarle, pero falleció poco después de las dos de la tarde. Todo apunta a un fallo humano, aunque aún no se ha determinado si éste fue del propio fallecido o de otro trabajador con el que formaba equipo. Los auxiliares de Alcoa estudian realizar hoy un paro para exigir medidas de seguridad.

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Personal de la factoría introduce el cadáver en una ambulancia de Alcoa.

Un trabajador residente en Pola de Laviana, Moisés Franco Otero, de 35 años, falleció pasadas las dos de la tarde de ayer en las instalaciones de Alcoa, tras electrocutarse y sufrir una caída desde una altura de unos ocho metros. El joven, empleado de la empresa auxiliar Isastur -radicada en el polígono de Silvota (Llanera)-, fue asistido inicialmente por los servicios médicos de la compañía, que avisaron posteriormente al Servicio de Asistencia Médica Urgente (SAMU), debido a la gravedad extrema de su estado. A la factoría se desplazó una uvi móvil. El personal encontró al trabajador en parada cardiorrespiratoria. Pese a las maniobras de reanimación, no hubo forma de evitar el fallecimiento.

El accidente se produjo poco antes de la una y media de la tarde, en la subestación eléctrica situada tras la serie 3 de la factoría gozoniega. Fuentes sindicales señalaron que esta instalación tienen una potencia de 80.000 voltios. Todo apunta a que el accidente se debió a un fallo humano, al tocar el trabajador fallecido, que realizaba labores de mantenimiento, un cable en una torre de alta tensión, situado a unos ocho metros de altura.

Ayer existían dudas sobre la responsabilidad directa del trabajador fallecido en el desgraciado incidente y se llegaba a apuntar, incluso, al fallo de un segundo empleado con el que formaba equipo. Estos extremos serán aclarados a través de la investigación abierta tanto por la Guardia Civil como por la Inspección de Trabajo.

Además de agentes de la Benemérita con base en Luanco y el cuartel de Bustiello, también acudieron a las instalaciones de Alcoa el forense y la autoridad judicial, que ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al tanatorio de La Carriona en torno a las cinco menos cuarto de la tarde, unas tres horas después del incidente. La autopsia se realizará, previsiblemente, este mediodía, con el fin de aclarar más circunstancias del fallecimiento. Posteriormente, los restos serán trasladados al tanatorio de Pola de Laviana, para la celebración del funeral, que tendrá lugar mañana, sábado. La familia aún no ha determinado a qué hora se celebrará el oficio religioso.

Por su parte, los trabajadores auxiliares de Alcoa-Inespal tienen previsto reunirse a las seis de esta mañana para debatir sobre este accidente laboral. Sindicalistas estudiaban ayer, incluso, la posibilidad de realizar un paro en protesta por el fallecimiento y para reclamar condiciones de trabajo más seguras. La multinacional Alcoa mostró, a través de un portavoz, su pesar por este accidente mortal.


Fuente: L. Á. VEGA/La Nueva España