Tenía tan sólo 21 años y era su primer día. Pedro Varela, un joven obrero que realizaba labores de mantenimiento en la estación de Cercanías madrileña de Colmenar Viejo, ha muerto este lunes degollado cuando arreglaba una plataforma móvil de un vagón. El mecanismo, que acerca el tren al andén, se abrió de manera inesperada provocándole un profundo corte en el cuello.
El joven, de nacionalidad española, estaba solo cuando se produjo el accidente pese a ser su primer día en una reparación en vía, según un portavoz de Comisiones Obreras. La víctima, tenía un contrato eventual y cobraba 900 euros al mes, según el sindicato. Llevaba ocho meses trabajando en la empresa Nertus, subcontratada, informó UGT Madrid.
Los médicos del Summa desplazados al lugar sólo pudieron confirmar la muerte del hombre, que había sufrido una parada cardiorrespiratoria, según fuentes de Emergencias de la Comunidad de Madrid.
Nertus Mantenimiento Ferroviario, S.A., es una empresa filial del Grupo Siemens y participada por Renfe dedicada al mantenimiento de trenes de Cercanías, Media Distancia y Alta Velocidad con talleres en Madrid, Toledo y Barcelona.
Cifra «inasumible» de víctimas
Esta nueva muerte eleva a 125 el número de fallecidos por accidente laboral en lo que va de año en la región madrileña, según UGT, que considera esta cifra «inasumible». La secretaria de Salud Laboral del sindicato en Madrid, Marisa Rufino, exigió «el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, así como la exclusión de las subvenciones públicas de las empresas que hayan sido sancionadas por infracción grave y muy grave en materia de seguridad y salud».
Pedro Varela es la tercera víctima mortal por accidente laboral en diciembre. El pasado día 2, un hombre de 34 años moría arrollado por una furgoneta al bajar de la grúa que conducía en la A-42. Cinco días más tarde, un hombre de 63 años falleció tras declararse un incendio en el edificio que vigilaba en el frontón Beti Jai de Madrid.
UGT insta a la Administración regional a que se persone como acusación popular en aquellos casos en que exista presunción de delito por parte del empresario.
«Sin supervisión y sin un compañero»
«Este accidente es una prueba más de lo que ocurre cuando se encargan determinados trabajos a personas sin una formación específica, ni hay suficiente personal cualificado que le acompañe», explicó un compañero del fallecido, que explicó que «el estribo le ha ahorcado contra el andén. Le ha debido romper el cuello o ha muerto por asfixia».
«Ha muerto él solo, sin supervisión y sin un compañero que le auxiliase», recordó. Este portavoz del Comité de empresa criticó la «cascada de subcontratas» que se está produciendo para lograr el «abaratamiento de los costes del mantenimiento» a expensas de descuidar los riesgos laborales.
Fuente: adn.es
