Otro accidente laboral le costó la vida a un fontanero en Lugo
Un obrero falleció ayer en Ribeira tras caer desde el tercer piso de un edificio en construcción. El suceso ocurrió a las 11.15 horas en el bloque del número seis de la avenida da Constitución que construye la empresa Teconsa en el barrio denominado Abesadas.
Otro accidente laboral le costó la vida a un fontanero en Lugo

Un obrero falleció ayer en Ribeira tras caer desde el tercer piso de un edificio en construcción. El suceso ocurrió a las 11.15 horas en el bloque del número seis de la avenida da Constitución que construye la empresa Teconsa en el barrio denominado Abesadas.

El fallecido, José Manuel Veiga Barreiro, de 44 años, natural de Venezuela y vecino de Moraña, trabajaba para una empresa subcontratada y se precipitó al vacío cuando se encontraba colocando unas barras de protección en el edificio.

La víctima murió en el acto como consecuencia de la fractura de la base craneal causada por el impacto. Se trata del tercer accidente laboral ocurrido en esa zona en un año (el cuarto en el municipio), mientras que, según los sindicatos, en toda Galicia hasta el pasado mes de abril se contabilizaron 18 fallecimientos en el sector de la construcción. Xosé Lamela, de CCOO en Barbanza, dijo que «se trata de un sector donde la seguridad sigue siendo deficiente, la producción muy alta y la mentalización del personal en materia de seguridad laboral es escasa».

Tan sólo menos de 24 horas antes, otro hombre fallecía tras sufrir un accidente laboral en la obra en la que trabajaba, situada en la confluencia de las calles Tui y Lamas de Prado de la ciudad de Lugo. Se trata de Juan Castaño, de 51 años y empleado de la empresa lucense Fontanería Rois.

El siniestro se produjo pasadas las cinco de la tarde, cuando el fallecido cayó por causas que se desconocen desde el andamio en el que se encontraba trabajando hasta un patio interior de la vivienda en construcción.

Al lugar del accidente se desplazó la Policía Nacional, que será quien se encargue del caso.


Fuente: El Correo Gallego