El electricista José Ramón Pérez Costa, de 53 años, falleció ayer en Vigo al sufrir un accidente laboral cuando efectuaba tareas de utillaje en el cuadro de mandos central del aparcamiento para clientes de la sede de la caja de ahorros Caixanova de Vigo.

El electricista José Ramón Pérez Costa, de 53 años, falleció ayer en Vigo al sufrir un accidente laboral cuando efectuaba tareas de utillaje en el cuadro de mandos central del aparcamiento para clientes de la sede de la caja de ahorros Caixanova de Vigo.

La víctima trabajaba para la contrata Elecma en las obras de reforma y mantenimiento del edificio central de la calle García Barbón, en la llamada Milla de Oro de Vigo.

En el momento del accidente, el operario manipulaba un autómata eléctrico en una planta donde están los cuadros centrales a las 18.35 horas. Sus compañeros creen que el empleado sufrió un vahído que le hizo perder el conocimiento y, al caer al suelo, se golpeó la frente contra una parte electrificada. Murió fulminantemente pese a los intentos de los testigos y de los sanitarios del 061. « Tal y como tenía la frente, se veía que ya no podíamos hacer nada por él », afirma un miembro de su equipo. En su cuadrilla había una docena de trabajadores que realizan tareas de mantenimiento habitualmente para la entidad bancaria.

« Muy prudente »

Los otros operarios se sintieron conmocionados por el accidente. Estos calificaron a la víctima como « una persona muy responsable, prudente y cuidadosa », por lo que calificaron el siniestro de « fortuito ».

La Policía Científica examinó el escenario del accidente, así como una comisión judicial. Los forenses le realizarán la autopsia. Los agentes barajan la posibilidad de que la víctima tocase unos cables que no debía.

Otros compañeros sugieren que el operario se cayó al suelo a consecuencia de haber sufrido previamente un « latigazo » de la corriente eléctrica.

El accidente laboral, ocurrido en un edificio noble y en pleno centro de la ciudad, despertó gran expectación entre los viandantes de Rosalía de Castro.


Fuente: E.V.P. | La Voz de Galicia