Diferentes organizaciones sociales pertenecientes al movimiento de desobediencia civil contra los trasngénicos y las patentes sobre la vida (EFLM), reclaman la rpohibición urgente de cultivos transgénicos, su importación y experimentación a cielo abierto, destacando el lamentable papel que este gobierno está jugando en el sentido de convertir a España en la puerta de entrada de organismos modificados genéticamente.
Los días 9 y 10 de enero se reunieron en París activistas antiOMGs y representantes de movimientos sociales procedentes de 10 países de la UE (España, Francia, Alemania, Bélgica, Escocia, Letonia, Polonia, Rumanía, Portugal y Holanda) que expresaron la urgente necesidad de que la UE cierre sus puertas a los Organismos Modificados Genéticamente.
Este encuentro europeo fue convocado por miembros del movimiento campesino francés “Segadores Voluntarios”. Este movimiento de desobediencia civil surgió en 2003 y en la actualidad aglutina a más de 7000 militantes franceses que se han comprometido por escrito a segar los campos experimentales y de producción sembrados con Organismos Genéticamente Modificados en defensa del Principio de Precaución y del Artículo 8 del Convenio Europeo de los Derechos Humanos que protege el medio ambiente y dispone que “cada ciudadano tiene derecho a un medio ambiente sano”.
El movimiento de Segadores Voluntarios consiguió que el gobierno francés declarara una moratoria para el cultivo de transgénicos en el país tal y como ya habían hecho previamente otros muchos países europeos (tales como Alemania, Polonia, Irlanda, Hungría, Austria o Luxemburgo).
En este encuentro europeo se puso en común la situación respecto a los cultivos OGM en los distintos países representados así como las estrategias que los movimientos ciudadanos están adoptando en las distintas regiones en defensa del derecho democrático a vivir en un ambiente saludable frente a los intereses económicos de las grandes empresas de la biotecnología.
Cabe destacar que en Septiembre de 2010 se presentaron a la Comisión Europea más de un millón de firmas procedentes de todos los países europeos pidiendo una moratoria sobre los cultivos transgénicos. Esta petición representó la primera «iniciativa ciudadana», un principio recogido en el Tratado de Lisboa de la Unión Europea (EU) desde diciembre de 2009, en virtud del cual un millón de ciudadanos europeos tienen la posibilidad de pedir formalmente a la Comisión Europea que adopte medidas legislativas para satisfacer sus demandas.
En contraste con la postura de precaución y rechazo a los transgénicos que se está generalizando en la UE, el gobierno español se ha convertido en el principal defensor en Europa de los OMG. En España se cultiva el 75% del maíz transgénico que produce la UE y el 42% de las parcelas experimentales a cielo abierto con OMG se encuentran dentro de nuestras fronteras.
A través de los cables recientemente publicados por Wikileaks, ha quedado clara la complicidad entre España y EE UU a favor de los intereses de las empresas Monsanto y Syngenta y contra las propuestas de Francia y de la Comisión Europea para limitar el cultivo de estas variedades. Según uno de los cable,s el secretario de Estado de Medio Rural, Josep Puxeu, llegó a pedir a la embajada estadounidense que «mantuviera la presión» sobre Bruselas para que la biotecnología siguiera siendo una opción para los Estados miembros.
A pesar de que, según la última encuesta de la Comisión Europea, el 53% de los españoles se declara en contra de los cultivos transgénicos y a pesar también de las muchas publicaciones que demuestran los riesgos que los transgénicos suponen para la salud, el medio ambiente y las economías campesinas parece que el gobierno español, con Rosa Aguilar al frente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, pretenden seguir priorizando el interés de las grandes corporaciones del agronegocio.
Es por todo ello, que el EFLM pondrá en marcha en Abril una campaña de solidaridad con los ciudadanos españoles y “por una Europa libre de transgénicos” reclamando, a través de las embajadas españolas en los distintos países europeos, que el gobierno español reconsidere su postura respecto a los OGMs.