Ante el llamado a la conmemoración del cincuenta aniversario del asalto al cuartel Moncada, el lunes 26 de julio, tenemos la responsabilidad histórica de difundir el presente manifiesto.
Ante el llamado a la conmemoración del cincuenta aniversario del asalto al cuartel Moncada, el lunes 26 de julio, tenemos la responsabilidad histórica de difundir el presente manifiesto.
Ante el llamado a la conmemoración del cincuenta aniversario del asalto al cuartel Moncada, el lunes 26 de julio, tenemos la responsabilidad histórica de difundir el presente manifiesto.
El Movimiento Libertario Cubano, intenta articular e incrementar el activismo revolucionario antiautoritario en Cuba, de manera particular y en el continente americano en general, con el objetivo de construir un movimiento antiautoritario más efectivo que participe activamente en las luchas del movimiento real de l@s oprimid@s por el control de sus vidas y en la resistencia contracultural internacional.
No somos una organización antiautoritaria más, mucho menos, un círculo cerrado de “elegidos” que pretenda acaparar o adjudicarse la representación del anarquismo cubano. Por el contrario, somos una red de colectivos e individu@s con secciones en diferentes ciudades del mundo, que intenta una coordinación más efectiva entre las distintas corrientes que hoy conforman el anarquismo cubano desde el anarco-sindicalismo, el anarquismo revolucionario, el anarco-comunismo, el cooperativismo, el comunalismo, el eco-anarquismo, hasta el insurreccionalismo libertario.
L@s anarquistas cuban@s han participado activamente en la lucha por la emancipación del proletariado desde los tiempos de la opresión colonial. La lucha desarrollada a mediados y finales del Siglo XIX, encabezada por el «grupo de los 3 Enriques» : Enrique Roig de San Martín, Enrique Messonier y Enrique Creci ; es el mejor ejemplo de ello. Este núcleo anarquista revolucionario dejaba en claro su posición de clase, contra la política y el Estado ya por el año de1888, en las páginas del periódico anarquista «El Productor» en una serie de textos titulados «Realidad y Utopía» (I a VI), que explican a grandes rasgos la concepción global de nuestros compañeros de entonces, la lucha contra la corriente, en un momento en que las soluciones democráticas, liberales, anexionistas, autonomistas, independentistas-nacionalistas (la «liberación nacional de Cuba») eran dominantes. Sin embargo, la falsificación que se sigue haciendo de la Historia del Movimiento Obrero a intentado dejar en el olvido la importancia del ideal ácrata en el desarrollo de las luchas contestatarias de l@s oprimid@s.
L@s anarquistas cuban@s, también lucharon arduamente contra las dictaduras de Machado y de Batista. Contra este último, combatieron desde todos los frentes. Un@s, desde las guerrillas orientales o las del Escambray, en el centro de la Isla ; otr@s se unieron a la conspiración y la lucha urbana. También se establecieron puentes entre los sectores organizados revolucionariamente de la lucha contra Batista y la militancia antifranquista anarquista, a través de los compañeros Antonio Degas (miembro de la CNT, establecido en Cuba) y, Luis M. Linsuain, hijo de otro destacado revolucionario anarquista (Domingo Germinal, muerto en Alicante en los albores de la revolución española). Los propósitos de l@s anarquistas eran los deseos mayoritarios del pueblo : liquidar la dictadura militar y la corrupción política, así como crear un campo más abierto en el disfrute de las libertades, que hiciera posible la continuidad ideológica que diera paso a una Revolución Social, a pesar de las amenazas intervencionistas.
Hoy, al igual que hace 45 años, el pueblo de Cuba, vive en carne propia la amenaza intervensionista yanqui y, sufre el terror y el despotismo del castro-fascismo, con la única diferencia que el sistema represor castrista ahora es más sofisticado y es aún más opresivo. Las cárceles continúan llenas de opositores pacífic@s y de jóvenes contestari@s que se rebelan contra la imposición constante del totalitarismo y la falta de libertad. El paredón de fusilamiento vuelve a ser el castigo para los luchadores sociales o de l@s desesperad@s que intentan huir del absolutismo.
Y todavía, de forma inexplicable, la «Revolución Cubana», que es como gustan llamar a la dictadura castrofascista las «izquierdas», sigue teniendo ese hipócrita «apoyo crítico». Vemos como amplios sectores de la “izquierda” se oponen a la pena de muerte, al servicio militar, a la censura en los medios de comunicación, a la fabricación de casos judiciales contra luchadores sociales bajo el eufemismo de “terrorismo”, como se oponen a la ley mordaza que prohíbe los radios libres, como se oponen a la energía nuclear, como se enfrentan al espionaje de los aparatos represivos de sus Estados y, sin embargo, todos esos atropellos e infamias, las justifican y, hasta las apoyan y aplauden, en nombre de un anti-imperialismo primario.
El «apoyo crítico» ha sido y es una consigna para el consumo exterior y nunca interior, y se basa principalmente en una forma de pensar estrictamente totalitaria o maniqueísta : «con la revolución y contra el imperialismo», aquell@s que no nos apoyen están a favor del imperialismo yanqui y, por lo tanto, son considerados como reaccionarios. Este tipo de pensamiento es el mismo que planteaban Hitler, Mussolini y Franco.
Por supuesto, la propaganda castrofascista a nivel mundial ha repetido esta consigna con todo el vigor de sus dólares y sus invitaciones gratis a vacacionar en Cuba, y nunca han faltado amanuenses y escribas capaces de oscurecer la realidad cubana con sermones y parábolas. Lo que conduce a perpetuar las condiciones de ignominia en que se encuentra la Isla, arruinada física y económicamente, donde sus habitantes desafían cualquier peligro para poder escapar y donde irónicamente los funerales son gratis. Una larga satrapía oprime a nuestro pueblo y cuando alguien denuncia el crimen, lo acusan de estar pagado o al servicio del imperialismo. Sin embargo, la realidad es evidente y la puede comprobar cualquier viajer@ curios@ que no vaya a corear los cantos de sirena.
En el seno del «movimiento anarquista internacional», las posturas frente al régimen de Castro, ya no son las mismas con que en el pasado algunos sectores ácratas, silenciaron los crímenes de Castro contra nuestr@s compañer@s. Por el contrario, hoy se escucha a viva voz la repulsa de nuestr@s compañer@s anarquistas, en cualquier confín del mundo, contra la dictadura castrofascista. Y vemos como los defensores a ultranza de la tiranía, cada vez son menos en el movimiento real de l@s explotad@s, menos en los núcleos de resistencia al Capital, menos en las barricadas de la confrontación directa, menos entre l@s hombres y mujeres que luchan de manera horizontal y autónoma por la autogestión de las fábricas, de las comunidades originarias, de las universidades, de los barrios, de nuestras vidas. Por el contrario, los defensores del régimen de Castro, l@s encontramos en las filas del reformismo, en las filas de la socialdemocracia, entre los partidari@s del voto de “izquierda”, en la militancia del PT de Lula, entre l@s simpatizantes de Kirchner, en la burocracia bolivariana de Hugo Chávez, entre los priístas amarillos del PRD, entre los oportunistas del PT salinista, entre los ideólogos de la democracia-cristiana, entre un sin fin de organizaciones burocráticas de izquierda que van desde sindicatos parásitos y organizaciones clientelares, hasta federaciones de estudiantes fósiles y frentes populares de siglas. Además, de encontrarse en los grupos capitalistas europeos y latinoamericanos que hoy invierten en la Isla y nos preparan un capitalismo con rostro «humano», mientras frenan las luchas autogestionarias a lo largo y ancho del continente y del planeta. Hoy el régimen de Cuba, con todo y sus cacareados avances, no es el ejemplo ni el camino a seguir ni para sus propios defensores.
La Cuba de hoy es una finca inmensa en manos de un mayoral cruel y sanguinario que no vacila en escalar la represión con tal de poder seguir mandando. Cuba carece de cualquier tipo de libertad, ya individual, ya colectiva. Después del desplome del «ancien regime» soviético, la crisis económica es de proporciones catastróficas y de la frugalidad alimenticia se pasa diariamente a la necesidad más paupérrima. La clase obrera ha perdido todos sus derechos y todos los sindicatos son organismos estatales, la protesta es un delito y la huelga es un crimen. Todo esto podrá parecer exagerado y en realidad lo es, pero es la realidad que se vive en la Isla. E invitamos a cualquier compañer@ que quiera comprobar estos hechos a que visite Cuba, alejado de los tours “revolucionarios”.
El último reducto del castrismo es una maquinaria propagandística eficiente e imaginativa. En 1992, la vimos funcionando a raíz del viaje de Castro a la península ibérica, para celebrar con el resto de los corruptos gobernantes, el V Centenario del genocidio, justificando con su presencia 500 años de ignominias en este continente por parte de la «madre patria» y otras no menos crueles madrastras. En esa oportunidad pudimos comprobar hasta que punto funciona la hipocresía de las «izquierdas» cuando al tener que repudiar a todos los gobiernos que se prestaron a esa “celebración», pasaron por alto o silenciaron la aportación castrista al evento. Recientemente, se volvió a hacer presente esta usual hipocresía de las izquierdas, con la visita de Castro a la Argentina, para la toma de posesión de Nestor Kirchner, en abierta promoción del MERCOSUR, como el rostro humano del capitalismo de mercado.
Hoy, a exactos cincuenta años de la gesta libertaria del asalto al cuartel Moncada, l@s revolucionari@s antiautoritari@s cubanos volvemos a ver con repulsa la hipocresía de la socialdemocracia “revolucionaria”, camuflajeada detrás de medio centenar de siglas y microgrupos demagógicos -algunos con el cinismo de autodenominarse libertarios- firmando un llamado de solidaridad con la dictadura castrofascista que desde hace cuarenta y cinco años oprime y explota a nuestr@s herman@s de clase.
Hoy vemos aunado a la falta de memoria histórica de nuestros pueblos, la desfachatez confusionista de quienes siguiendo órdenes del tirano de La Habana, evocan la mentira, cuando afirman que el régimen castrofascista “siempre ha apoyado los movimientos de liberación nacional en todas partes del mundo y ha luchado en contra de las políticas imperialistas”. L@s revolucionari@s mexican@s han sufrido en carne propia, como pocos revolucionari@s en éste continente, el oportunismo, el utilitarismo y la desvergüenza de Castro, quien justificándose tras la inhumana “razón de Estado”, jamás ha apoyado a los grupos revolucionarios insurreccionales, por el contrario, gozó siempre de muy buenas y fraternas relaciones con la dictadura de partido de Estado que oprimía y explotaba al pueblo de México. Innumerables e innegables acontecimientos ratifican esta postura. Sólo por mencionar algunos hechos, recordemos la presencia de Cuba, durante las olimpiadas de 1968, haciendo caso omiso al llamado de la izquierda mexicana a boicotear dichas celebraciones y en claro concubinato con la dictadura que masacró a cientos de estudiantes en la plaza de Tlatelolco.
Podríamos enumerar una larga lista de agravios, como la constante negativa de Castro a armar y entrenar grupos específicos mexicanos o, el constante rechazo del gobierno de Castro a brindar tribuna ante la Organización de Naciones Unidas, en La Haya, a las madres y familiares de asesinados y desaparecidos durante los años de la guerra sucia.
También, podríamos enumerar una larga lista de movimientos contestatarios y revolucionarios, que han sufrido el oportunismo, el utilitarismo y la desvergüenza de la dictadura castrofascista en nuestro continente. No alcanzarían las cuartillas de este manifiesto para citarlos todos. Pero, bastaría mencionar al movimiento independentista puertorriqueño ; amplios sectores de la izquierda antifascista chilena y, uruguaya ; el movimiento revolucionario brasilero ; el sindicalismo revolucionario boliviano y, un largo etcétera. Ya para qué mencionar actos más deplorables y bochornosos, como la traición al movimiento de liberación de Eritrea, donde la dictadura castrofascista envió tropas cubanas de ocupación para aplastar los anhelos independentistas del pueblo eritrense, al servicio del imperialismo soviético, durante los años lamentables de la llamada “Guerra Fría”.
Rebatir toda la demagogia y el cinismo que contiene este llamado a la solidaridad con la dictadura castrofascista nos llevaría un centenar de páginas, pero no podemos permitir que sigan usando impunemente los métodos nazistas, de repetir hasta la saciedad una mentira para que se convierta en verdad. Decir que la dictadura castrofascista pretende construir “una sociedad más justa, priorizando los intereses del pueblo y sus derechos humanos más fundamentales -educación, salud, vivienda, alimentación, empleo- a diferencia de los demás países azotados por la embestida neoliberal” no sólo es una falacia sino una canallada.
Hablar de derechos humanos en Cuba, silenciando los cientos de pres@s polític@s que sufren en las mazmorras de la dictadura, hecho únicamente comparable en este hemisferio con la población carcelaria de Estados Unidos, donde igualmente sufren condenas inhumanas infinidad de pres@s polític@s, a l@s que tampoco se les reconoce el estatus de pres@s polític@s y prisioner@s de guerra. Hablar de derechos humanos en Cuba, cuando es el único país, junto a Estados Unidos, donde se impone la pena de muerte en éste continente. Hablar de educación en Cuba, donde el acceso a niveles universitarios está condicionado al grado de adhesión y complicidad con el sistema y las horas de trabajo agrícola “voluntario”, donde ni siquiera se le permite a l@s estudiantes decidir que carreras quieren realizar. Hablar de salud en Cuba, donde existen hospitales insalubres y no se le ofrece al paciente ni una aspira, mientas si se tienen los dólares si se pueden comprar medicamentos o si se trata de extranjer@s y millonarios, pueden recibir los mejores y más avanzados servicios médicos en los planes de “turismo y salud”. Hablar de la vivienda en Cuba, habiendo miles de familias que viven en el hacinamiento y donde se desaloja y encarcela impunemente a las personas que desesperadas ocupan edificios e instalaciones estatales abandonadas. Hablar de alimentación cuando los alimentos racionados por los que se paga en moneda cubana cada vez son menos y sólo tienen acceso a una alimentación digna los que compran en dólares en los supermercados y tiendas OXXO, a precios desorbitados. Hablar de empleo en Cuba, cuando el veintisiete por cien de la población está desempleada y/o vive del ilegal ambulantaje, la prostitución o el autoempleo, como bicitaxis y trasportistas independientes, constantemente acosados por los altos impuestos y las mordidas de la corrupción policial. SÓLO DENOTA UNA GRAN IGNORANCIA DE LA REALIDAD CUBANA O UNA COMPLICIDAD DESMEDIDA CON LA PANDILLA DE BURGUESES QUE DESDE HACE CUARENTA Y CINCO AÑOS OPRIME A CUBA.
Hoy, la única manera de homenajear a l@s caíd@s aquel 26 de julio, la única manera de reafirmar nuestra posición de clase, la única forma de ser consecuentemente libertari@s y revolucionari@s, el único modo de mostrar nuestro apoyo al Pueblo de Cuba, en esta nueva hora de amenazas imperiales, es y será siempre, la solidaridad directa con el pueblo no con la dictadura. Luchando, codo a codo, trabajadores, estudiantes, intelectuales, hombres y mujeres, contra el enemigo común : el Capital. Llámese éste neoliberal o de Estado, como el que flagela al proletariado cubano.
SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO DE CUBA
NO CON CASTRO
¡POR EL COMUNISMO LIBERTARIO¡
¡SALUD Y ANARQUÍA !
Movimiento Libertario Cubano
movimientolibertariocubano@yahoo.com.mx
Fuente: Movimiento Libertario Cubano (MLC)