En la tarde de ayer, miles de personas (entre 10.000 y 15.000, según los organizadores) marcharon por las calles de Madrid para reivindicar el derecho a una vivienda digna. La manifestación salió de la Puerta del Sol pasadas las seis de la tarde para llegar, dos horas y media después, a la glorieta de Atocha.
Durante esas dos horas y media, los manifestantes recorrieron la calle de Alcalá, entre los ya clásicos gritos de “¡queremos un pisito como el del principito !” o “¡Espe, Espe, Espe… Especulación !”, girando en Cibeles para enfilar el Paseo del Prado hacia el punto de llegada. En la misma plaza de Cibeles tuvo lugar un acto de denuncia : dos personas disfrazadas de superhéroes de la vivienda dejaron una vivienda simbólica (de cartón) en la puerta del Banco de España para denunciar la especulación inmobiliaria, acción que se repitió en la plaza de Neptuno.
Los lemas de las pancartas eran de lo más variado, pero todos en el mismo sentido : “con tanto piso vacío se va a armar un lío”, “terrorismo inmobiliario no”, “gente sin casa, casas sin gente. Alquiler social. ¡Ni subvenciones ni migajas !”… La marcha iba precedida de una furgoneta con megafonía desde donde se proponían consignas y se ofrecían datos relacionados con la situación de la vivienda en el Estado español a los viandantes.
Grito
A la llegada a Atocha se produjo el momento culminante de la manifestación : todos los allí presentes gritaron como una sola garganta “¡no vas a tener casa… En la puta vida !”. La operación se repitió varias veces, tras lo que se desconvocó el acto.
Esta manifestación se produce año y medio después de las primeras sentadas por una vivienda digna que, con carácter espontáneo, dieron lugar a lo que hoy es la Asamblea Contra la Precariedad y por una Vivienda Digna. Como ellos mismos declaran, pasado este tiempo “seguimos sin techo ni derecho, hipotecados, endeudados o dejándonos la mayor parte del sueldo en el alquiler […]. Año y medio después, de nuevo salimos a la calle para reivindicar que lo que necesitamos es un cambio de mentalidad, un modelo donde el derecho a la vivienda se imponga a la rapiña de quien sólo lo ve como un negocio. Por eso esta vez nos van a oír…”.
Durante el acto también hubo espacio para recordar a los detenidos en anteriores movilizaciones. Hoy, 9 personas siguen en espera de juicio, y la fiscalía pide para ellos penas de 3 a 6 años de cárcel. Otras 12 aún esperan sentencia por un juicio de faltas, lo que es entendido desde la Asamblea como un intento de intimidación.
Fuente: Roberto Blanco. Video : Carlos Peña / Irene Delgado. Fotos : David Fernández.
