Esta primavera, por quinto año consecutivo, mujeres, feministas, bolleras y trans salimos a pedalear a las calles de Madrid para denunciar un modelo de desarrollo depredador con las personas y con el medioambiente. Y para proponer un modelo de ciudad sostenible, solidario y feminista. Este año queremos sumarnos a las múltiples denuncias que desde los movimientos sociales se está haciendo al Tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, el TTIP.
¿Qué es el TTIP? Un tratado comercial que se está negociando a espaldas de las ciudadanía desde 2013 y bajo la atenta mirada de las grandes multinacionales. Su objetivo es apuntalar las privatizaciones en todos los servicios públicos y equiparar la legislación de EEUU con la de la Unión Europea. Esto implicaría, por ejermplo, tener una legislación ambiental más laxa que aumentaría la entrada de pesticidas y transgénicos a nuestros alimentos, o profundizar con las reformas laborales que ya están desprotegiendo y precarizando a las personas.
¿Qué es el TTIP? Un tratado comercial que se está negociando a espaldas de las ciudadanía desde 2013 y bajo la atenta mirada de las grandes multinacionales. Su objetivo es apuntalar las privatizaciones en todos los servicios públicos y equiparar la legislación de EEUU con la de la Unión Europea. Esto implicaría, por ejermplo, tener una legislación ambiental más laxa que aumentaría la entrada de pesticidas y transgénicos a nuestros alimentos, o profundizar con las reformas laborales que ya están desprotegiendo y precarizando a las personas.
¿Quié consecuencias puede tener su ejecución? Las consecuencias del libre comercio, de las privatizaciones y de la pérdida de democracia ya las conocemos: precarización de la vida y pérdida de derechos en todos los sentidos. El TTIP supone un paso más, pero un paso de gigante, a la hora de continuar con un un modelo de desarrollo basado en la competición y en la ley el más fuerte, donde mujeres, migrantes o personas empobrecidas, nos vemos cada vez más exlcuidas.
¿Qué podemos hacer para detenerlo? En primer lugar es necesario forzar al poder político a sacar las negociaciones de la trastienda y obligar a que haya un debate público sobre el modelo de economía que necesitamos. En segundo lugar, unir las diferentes iniciativas sociales para impedir las negociaciones del TTIP. Y sobre todo, podemos seguir defendiendo los servicios públicos, la democracia directa y participativa, la gestión colectiva y sostenible del planeta, la economía ecológica y feminista basada en los cuidados y la vida frente al poder corporativo.