Extraído del diario EL MUNDO. Miles de barceloneses salieron ayer a la calle en una jornada de revindicación social y pacifista que se desarrolló con normalidad. Una de las concentraciones más multitudinarias recorrió el centro de Barcelona en protesta por la ocupación de Irak y las torturas que han sido denunciadas estos últimos meses en este país y que habrían sido infligidas por miembros del ejército norteamerciano. La marcha, que reunió a unos 4.000 manifestantes, fue convocada por la plataforma Aturem la Guerra.
Según fuentes de la Guardia Urbana, el acto reivindicativo transcurrió sin mayores incidentes.
Bajo los lemas ni guerras ni torturas y fuera las fuerzas de ocupación de Irak y Palestina, la movilización inició su marcha en la confluencia entre paseo de Gràcia y la avenida Diagonal y finalizó su recorrido en paseo de Gràcia y ronda Universitat, donde la inmigrante marroquí Laila Karrouch leyó el manifiesto unitario, según Europa Press.
« El objetivo de la concentración », explicó a Efe una de las portavoces de Aturem la Guerra, Pilar Massana, « es seguir diciendo no a la guerra y a las torturas, a pesar de haber conseguido que las tropas vuelvan a casa », aunque ha reconocido que con la retirada de las tropas resulta más difícil movilizar a la ciudadanía.
Otros lemas que se podían leer en las pancartas y que fueron coreados durante la manifestación denunciaban la represión del pueblo palestino. La plataforma también otorgó un lugar privilegiado a los imputados por el caso Dixan, los inmigrantes detenidos en Girona acusados de poseer explosivos y estar relacionados con el terrorismo islámico.
El abogado y familiares de los detenidos, junto a representantes de colectivos de inmigrantes en Cataluña, encabezaron la primera pancarta de la manifestación, seguidos inmediatamente por los representantes políticos, sindicatos y otras organizaciones convocantes.
De entre las diferentes asociaciones que participaron en la protesta destacaba un numeroso grupo de inmigrantes miembros de la Asamblea por la Regularización sin Condiciones, que la semana pasada se encerraron en la glesia del Pi y que añadieron al grito de « no a la guerra », característico de la plataforma, el de « papeles para todos ».