México. Repentina liberación de joven detenida y violada por policías

  •  En enero de 2003 fue encarcelada sin motivo, acusa ; demandará la reparación de daños
  •  Los agresores sexuales de Nadia Zepeda siguen impunes pese a las averiguaciones en su contra
    Nadia Zepeda, detenida injustamente y abusada sexualmente por elementos del desaparecido grupo Sagitario de la SSP-DF, obtuvo ayer la libertad condicional tras casi dos años y siete meses en prisión FOTO Guillermo Sologuren
    México. Repentina liberación de joven detenida y violada por policías



  •  En enero de 2003 fue encarcelada sin motivo, acusa ; demandará la reparación de daños

  •  Los agresores sexuales de Nadia Zepeda siguen impunes pese a las averiguaciones en su contra

    Nadia Zepeda, detenida injustamente y abusada sexualmente por elementos del desaparecido grupo Sagitario de la SSP-DF, obtuvo ayer la libertad condicional tras casi dos años y siete meses en prisión FOTO Guillermo Sologuren

    Tras dos años y siete meses de denunciar que fue detenida sin conocer el motivo, agredida sexualmente por elementos encapuchados del desaparecido grupo Sagitario de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, incomunicada y recluida, Nadia Zepeda fue puesta en libertad.

    Sin embargo, la acusación de narcomenudeo que pesa sobre ella, la cual le mereció cinco años de sentencia, es ahora el motivo de su nueva batalla, en la cual, sabe, es acompañada desde hace un año por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y desde hace unos meses por otras organizaciones, como Amnistía Internacional.

    Nadia no puede disimular las sonrisas que se mezclan con sus ojos vidriosos a punto del llanto, cuando habla en conferencia de prensa, tras su repentina liberación a las tres de la tarde de ayer del Reclusorio Femenil de Santa Martha Acatitla.

    Recuerdos amargos

    La historia no termina aquí, afirma. Junto con su defensa, solicitará que se reconozca legalmente su inocencia, que haya una reparación del daño moral y material que sufrió, que se castigue a los responsables y que las autoridades no permitan que ni un caso más como su historia se repita.

    Vestida de pants azul claro, que se distingue del azul marino que hasta hace unas horas usaba en prisión, cuenta nuevamente su historia.

    «Me detuvieron la tarde del 23 de enero de 2003 en una calle de la colonia Agrícola Oriental, mientras iba acompañada de mi ex novio y un amigo. Llegaron alrededor de 25 elementos en autos particulares. Me pasearon como cuatro horas y abusaron sexualmente hasta que me presentaron en una agencia a lado del edifico de la SSP del DF. Dos días después estaba en el reclusorio.»

    La joven, quien entonces tenía 18 años y era estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente, narró anteriormente (6 de agosto de 2005), en entrevista para La Jornada en el centro penitenciario, que los policías que supuestamente realizaban un operativo contra el narcomenudeo en la zona la amenazaron en los primeros minutos de la detención : «o le pasas con todos éstos o te lleva la chingada». Horas más tarde fue acusada de posesión de varios kilos de droga en su modalidad de comercialización.

    Ahora, Nadia tendrá que ir a firmar cada semana al juzgado que lleva su caso, porque aunque está en la calle, su libertad la alcanzó con el beneficio de la preliberación anticipada al purgar la mitad de su sentencia, es decir, goza de una libertad condicional. Luisa Pérez, abogada del Centro Miguel Agustín Pro, detalla que para gozar de este beneficio la joven tiene que establecer su residencia en la ciudad, tener una actividad o trabajo lícito y contar con una red social que le permita estar afuera, en este caso su madre y su hermana.

    Para lograr la reparación del daño, advierte la abogada, es necesario, primero, obtener una sentencia condenatoria en contra de los tres policías reconocidos por Nadia y responsables de la agresión sexual.

    Para ello existen dos averiguaciones emprendidas en su contra. La primera en la Fiscalía Especial para Servidores Públicos y una más en la Fiscalía de Delitos Sexuales, ambas de la procuraduría capitalina, aunque hasta el momento no se ha resuelto nada.

    Actualmente, lamenta Pérez, los elementos siguen en libertad y trabajando como policías en total impunidad. Por ello, advierte, la organización y la familia tienen bien identificados a los policías, en caso de que se presentara algún tipo de represalias o acto de intimidación en su contra, ahora que Nadia recuperó su libertad y se dispone a continuar con los procesos penales.

    Para David Velasco, director del Centro Miguel Agustín Pro, no se trata de medir en dinero cuánto vale el dolor de la joven para lograr la reparación de un daño material. Primero, explica, es necesario el reconocimiento de su inocencia para reparar lo moral, ya que casos como el de ella, dice, se repiten a lo largo de todo el país.

    La misma Nadia cuenta que dentro del reclusorio conoció a por lo menos otras 10 mujeres privadas de su libertad por el mismo grupo Sagitario, con la misma forma de operar.

    Asimismo, el representante de Amnistía Internacional en México, Carlos Mario Gómez, dijo que este organismo tiene contemplado incluir el caso de Nadia en su próximo informe llamado «Discriminación en el acceso a la justicia en México», que podría difundirse en octubre o noviembre.

    Expresiones de apoyo

    Ayer mismo, la Asociación para el Desarrollo Integral de las Personas Violadas (Adivac), junto con el resto de las organizaciones civiles que emprendieron el 20 de julio pasado la campaña de preliberación de Nadia, tenían previsto realizar una concentración por la tarde en el Angel de la Independencia para difundir la información de su caso y exigir justicia para ella.

    Sin embargo, no se realizó, ya que poco después de las dos de la tarde, justo a la hora de la visita, cuando Nadia estaba con su mamá, sin previo aviso le notificaron que en ese momento sería puesta en libertad.

    «Firmé papeles como una hora, por lo que incluso mi mamá se tuvo que ir. Apenas me dieron permiso de recoger algunas cosas de mi dormitorio y ni siquiera pude despedirme de mis compañeras».

  •  ¿Volvería al lugar para visitarlas ? -se le pregunta.
  •  Jamás -dice enfática. No quiero volver ahí.

    Ahora, sentada al lado de representantes del Centro Miguel Agustín Pro y su mamá, dice tener confianza en obtener justicia para su caso, pero no titubea en advertir que luchará con todo para lograrlo y recuperar su vida.

    Enero 2003

    Es detenida mientras camina por la calle y ya en el reclusorio denuncia el abuso sexual de que fue víctima.


    Mayo 2004

    Dictan sentencia en su contra por venta de droga.


    Junio 2004

    El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez decide asumir su defensa.

    Enero 2005

    La niegan el último recurso de amparo en contra de la sentencia.

    Julio 2005

    Cumple la mitad de su condena.

    Agosto 2005

    Nadia obtiene la libertad condicional.


    Fuente: MIRNA SERVIN VEGA / La Jornada